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Por la Lorca burguesa

Una ruta muestra el Palacio de Guevara, la iglesia de San Mateo y el Teatro Guerra. El final del recorrido es un paseo por las alamedas y por las primeras residencias privadas, degustando buñuelos de bacalao

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Es un buen plan el que propone ‘Lorca, taller del tiempo’ para este fin de semana. De martes a sábado, durante los meses de julio y agosto, una ruta llevará al visitante a la ciudad de finales del siglo XIX, descubriendo la Lorca burguesa. Rincones escondidos con encanto del recinto histórico serán visitados durante el recorrido, que se inicia a las 7 de la tarde.

Los participantes podrán conocer monumentos tan emblemáticos como el Palacio de Guevara, que se muestra aún ‘desnudo’ y que permite al visitante conocerlo tal y como fue concebido por sus primeros moradores. Serán las últimas visitas que reciba la también llamada Casa de las columnas, ya que muy pronto será cerrada con el fin de volverla a vestir el edificio tras la restauración de todo su mobiliario.

La iglesia de San Mateo será otra de las paradas obligadas durante este paseo. El templo sufrió importantes daños durante los terremotos de mayo de 2011 y su recuperación ha sacado a la luz diversas pinturas en su interior, entre otros hallazgos.

Las obras dotaron al edificio religioso de nuevas vidrieras que, al caer la tarde y mientras se celebran las últimas misas, se pueden contemplar en todo su esplendor desde el exterior. Y a pocos metros está el Casino Artístico Literario. Está parcialmente abierto, ya que aún no ha sido restaurado tras los seísmos. No se puede recorrer su salón de baile y el Senado, pero sí adentrarse para contemplar la escalera imperial.

La visita de la Lorca burguesa tiene su última parada en el Teatro Guerra, el más antiguo de la Región, con pinturas de Muñoz Barberán. Y desde allí, a las alamedas, que fueron comparadas por el escritor inglés Townsend con las de Oxford. Durante el paseo se podrán contemplar las primeras residencias privadas. Algunas datan del año 1865. El punto y final del recorrido es una degustación de los tradicionales buñuelos de bacalao.