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Veinte familias están en lista de espera para recibir comida de Cáritas

La ONG admite que carece de recursos para atender al creciente número de personas sin recursos para subsistir; el 98% son españolas

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LORCA- 11/8/2015. Economato

Cáritas no tiene fondos para atender a unas veinte familias sin recursos que han solicitado su ayuda. Permanecen en lista de espera mientras son atendidas otras 60 en su misma situación. Son familias apadrinadas por la ONG pero «nos falta dinero para atender sus necesidades, las donaciones no nos dan para tanto», se lamentó el presidente de Cáritas en Lorca, Lázaro Caballero, que confesó que cada día llegan nuevos casos.

Las familias se apadrinan hasta un año y medio, abasteciéndolas de alimentos básicos y productos de higiene y limpieza que adquieren en el economato ‘Mambré’. El 98% de las que recurren a estas ayudas son españolas. «La crisis dura no la están pasando los inmigrantes», porque estos, en su mayoría «no tienen hipotecas que pagar, se mantienen con trabajos temporales, se visten en el ropero que tenemos y si no hay más remedio viven de alquiler en la habitación de un piso». Caballero aseguró que «son realidades distintas, formas de vida diferentes, los españoles no estamos acostumbrados a subsistir así».

Estas familias se suman a las 290, aproximadamente 1.300 personas, damnificadas por los terremotos, que son atendidas en el economato. En este caso, la cifra se mantiene estable desde los últimos quince meses. Para estas familias sí hay fondos suficientes porque «hemos recibido donaciones de toda España y todavía siguen llegando, la colaboración económica ha sido muy buena» por parte de instituciones, empresas y particulares. El economato es atendido diariamente por unos doce voluntarios, «es lo mínimo porque hay mucho trabajo por hacer». La mayor parte de los 75 colaboradores con los que cuenta habitualmente la ONG están de vacaciones, pero «tenemos gente que vienen del campo o de la playa a hacer su turno con mucha responsabilidad, cumplen como si fuera un trabajo remunerado».

Reconoce que por falta de personal han tenido que cerrar durante los meses de verano algunos de los servicios, como el ropero situado en la calle Panadería de La Viña, «aprovechando que en verano tenemos menos demanda». Lo abrirán de nuevo el próximo 1 de septiembre. Los días de recogida de ropa, martes y viernes, suelen acudir de media un centenar de personas.