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¿HACIA DÓNDE VOY? por Antonio de Cayetano

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¿HACIA DÓNDE VOY? por Antonio de Cayetano.

Si la pasada semana trataba el tema del callejero de la ciudad, de la deficiente rotulación de las calles y de la necesidad de suprimir o agregar algún nombre, hoy le toca a la señalización en las mismas, una señalización que aparte de ser vieja e insuficiente es también inexacta y contradictoria, no solo en la ciudad, sino también en las carreteras de titularidad municipal y en las de otras administraciones, como es el caso de la imagen que muestro de la ctra. de Caravaca, donde un cartel lleva años con un mensaje erróneo, mensaje que ante una supuesta eventualidad, obliga a seguir una determinada dirección, que en caso de cumplirse nos mete directamente en la boca del lobo, que es precisamente lo que se pretende evitar con el aviso.

Me explico, al aproximarse por la ctra. de Caravaca al cruce inferior de la Autovía del Mediterráneo, nos encontramos con un control de galibo, que aquí no es otra cosa que un pórtico con cadenas que mide la altura de los vehículos pesados, con el fin de detectar un posible exceso y así evitar la posible colisión con la parte inferior del puente de la autovía que nos pasa por encima. La señal que nos encontramos en este control de la salida de Lorca, nos avisa que en caso de superar la altura permitida (4,75 m.), hay que continuar obligatoriamente sentido Murcia, girando así a nuestra derecha y evitando avanzar hacia el puente de la A-7 y empotrarnos contra él.

Hasta ahí todo correcto, lo reprochable está en la otra dirección, cuando venimos hacia Lorca por la misma carretera, ya que nos encontramos con una señal gemela, idéntica a la del otro sentido “Exceso de galibo Murcia obligatorio” indicándonos a seguir sentido Murcia en caso de superar la altura permitida, cuando lo correcto es tomar hacia la derecha, sentido Puerto Lumbreras evitando así el paso inferior. Lo que sorprende es que no se detectara la equivocación cuando se colocó la señal, ni tampoco que el personal de la Dirección General de Carreteras ni los agentes de la Guardia Civil de Tráfico o de la Policía Local se hayan dado cuenta del fallo durante todo este tiempo, dando parte de esta incidencia con el fin de que se subsane el equívoco, confusión que puede ocasionar un grave siniestro, en caso de que cualquier conductor supere la altura permitida y cumpla escrupulosamente con lo que le obliga esta señal.

Luego dentro de la ciudad también tenemos errores, aunque estos leves y ya se van corrigiendo, como es el caso del indicador ubicado en la Alameda de Cervantes junto al barrio de San Fernando, que indicaba girar a la izquierda para ir al cuartel de la Policía Local, cuando este cuartel llevaba ya más de cinco años en su actual emplazamiento y el giro es en sentido contrario, cosa que se denunció por aquí y ya está corregido. Pero otra situación similar pasa ahora con la Oficina de Extranjería, que prestando sus servicios desde primeros de año en la nueva comisaría del Camino del Gato, la señalización existente junto al puente de Santa Quiteria, la sitúan todavía en el antiguo emplazamiento del Huerto de La Rueda. Lo mismo pasa con la Oficina de Turismo, que habiéndose colocado nuevos indicadores hacia su nueva sede de la plaza de España, se mantienen los viejos hacia la vieja ubicación del complejo de La Merced.

Igualmente es errónea una de las señalizaciones que se han colocado tras las remodelación de un tramo de la avenida de Europa, concretamente el indicador situado en las proximidades de la iglesia de San Diego, que nos desvía para la calle Canal de San Diego si queremos llegar al apeadero del ferrocarril, cuando la señalización se supone que es para vehículos y estos no pueden acceder por esta calle hasta la parada del tren, ya que al llegar a la altura del parque infantil se encuentran con una señal de dirección prohibida y tienen que regresar de nuevo hasta la avenida que se habían dejado, haciéndolo por la calle que sigue a la de Asilo de San Diego, una calle que junto al resto de travesías que unen la de Canal de San Diego con Avda. de Europa o su paralela de Dolores Blaya Cueto, siguen inexplicablemente todavía sin nombre en el callejero.

Si continuamos circulando en dirección a Murcia, en la segunda rotonda de Las Palmeras nos encontramos con otro indicador confuso, pues una señal nos indica para Totana por la vieja carretera, cuando si nos dejamos guiar, en el núcleo de La Hoya nos sacan para la A-7, la única vía que nos lleva y la que tendríamos que haber cogido al principio en la rotonda. Los lorquinos sabemos que para ir a la vecina ciudad no hay que coger la antigua nacional 340, pero hay que tener en cuenta que quien hace uso de la señalización informativa en cualquier lugar es siempre la gente de fuera, quien no conoce la zona ni sus carreteras, y estos indicadores lo que hacen es confundir a los conductores, hacerles perder el tiempo e incluso sobrecargar innecesariamente las viejas carreteras. Igual sucede con la antigua ctra. de Águilas, encontrándonos en la nueva rotonda de San Fernando con señalización que nos dirige por esta vía a la ciudad costera.

Si que estos indicadores pueden valer en un momento dado, ante un corte eventual de la autovía, pero igual de validos serian anteponiendo “antigua carretera“ al nombre de la población, evitándose de esta manera posibles equívocos, la desorientación del conductor, gasto de combustible y más contaminación. Lo mismo ocurre con las señalización contradictoria que nos encontramos en nuestra ciudad, donde depende para que lado miremos nos dirigen por una u otra ruta. Es el caso del cruce de Juan Carlos I con avd. de Santa Clara, que si bajamos por esta desde el Puente de la Alberca nos encontramos antes de llegar al cruce con un indicador que nos envía para Murcia y Andalucía por la avd. de Europa, pero una vez en el cruce, nos encontramos a la derecha con otro indicador que para estas mismas direcciones nos dice que sigamos rectos por el subterráneo del ferrocarril, dirección Águilas. Pero sin embargo si miramos para la izquierda, otro indicador nos dice que no, que para Murcia hay que girar a la izquierda para San Diego, aunque sí que para Andalucía hay que coger el subterráneo.

Distinta es la situación si al mismo cruce llegamos por Juan Carlos I, ya que entonces sí que nos encontramos con otros indicadores donde nos dicen que para ir hacia Murcia y Andalucía hay que continuar rectos por avd. de Europa, aunque una vez en el cruce otro indicador distinto nos dice que no, que para las provincias andaluzas hay que girar a la derecha por el subterráneo. Creo que es una barbaridad que en los indicadores no impere el sentido común, pues no es lógico que desde el centro de la población se dirijan a los que van hacia Andalucía por la salida Norte de la A-7 (Las Palmeras), ni que a los que se dirigen a Murcia se les guie para la salida Sur (San Antonio). Como tampoco tiene sentido que sean contradictorios los mensajes que se dan en las distintas indicaciones de un mismo lugar, puesto que esta situación no solo se da en el cruce que he puesto como ejemplo, sino que también sucede en otros puntos de la ciudad, donde se pone señalización nueva siguiendo otros criterios, pero manteniendo al mismo tiempo la vieja que había.

Lo que se echa en falta en la población, son indicadores de los parajes de la huerta o de las pedanías periféricas a la ciudad, siendo inexactos los pocos que hay y que han sido puestos por otras administraciones distintas a la municipal. Se conoce que como se suelen fabricar en Murcia y allí son muy dados a poner el artículo delante del nombre (El Campillo, El Esparragal), pues aquí nos han colocado otro El Campillo en la autovía de Águilas, La Pulgara en el Puente la Pia o La Torrecilla en la rotonda de San Antonio, cuando el nombre de estas tres pedanías lorquinas no va precedido de artículo alguno. Lo mismo pasa cuando los medios informativos murcianos nombran a nuestra sierra de Tercia o a la pedanía del mismo nombre, que le suelen llamar La Tercia, siendo aquí inexistente esta denominación, aunque ellos sí que la tengan al ser el núcleo de población de Gea y Truyols, una de sus 55 pedanías. Pedanías que si que gozan de buena señalización en todas las carreteras que salen de la ciudad, lo contrario de lo que sucede aquí, donde difícilmente se puede encontrar un indicador a la salida de la población con el nombre de una pedanía próxima.

Son muchas las veces que he sido preguntado por tal o cual pedanía, indicándoles de la mejor manera posible el camino a seguir, cuando si hubiese una buena señalización todo sería mucho más fácil. Igual ocurre con un hospital privado ubicado en la alameda de los Tristes, que si que dispone de alguna señalización comercial, pero que resulta insuficiente para los usuarios de la sanidad pública de la comarca que lo visitan por primera vez, siendo muy frecuentado este hospital al ser el de referencia para la prestación de diversos servicios concertados. También el tanatorio situado en la parte alta de la barriada Alfonso X está necesitado de una buena señalización, ya que suele perderse la gente que viene de fuera. Ya sé que estas son empresas privadas y son ellas las que deben de contratar el servicio, pero pienso que también son servicios públicos y como tales deberían de figurar en los indicadores de tráfico de la ciudad.

Igual opino de los hoteles, creo que es una información básica que junto a otros recursos turísticos como son los museos y de los que no hay indicación alguna, se debería de dar en la señalización oficial. Lo que no es de recibo es la cantidad de carteles comerciales tipo banderola que hay en la ciudad, carteles que en muchos casos están vacios de contenido por ambos lados y donde solo se lee “espacio disponible”, estando gran parte de ellos en pésimas condiciones, descoloridos, torcidos y muy deteriorados por su fragilidad, dando con ello una pobre imagen de la ciudad. Imagen que también nos deja en mal lugar si hacemos caso a lo que nos dice esta señalización privada, ya que son varios los indicadores que nos guían dentro de la población al Hotel Alameda, cuando este céntrico hotel de tres estrellas cerró sus puertas en 2015.

Pero pese a estar cerrado, todos los años se desmonta y se vuelve a instalar tras la Semana Santa, el indicador situado en Juan Carlos I frente a las antiguas instalaciones hoteleras. Claro que eso beneficia a la empresa concesionaria de la señalización, ya que al dorso tiene otro espacio disponible más para cualquier otro anunciante. Lo que no beneficia a la empresa, o si, ni a la imagen de Lorca, es el estado de desidia y abandono en que se encuentran los textos de muchos de estos indicadores, y más si tenemos en cuenta la zona donde están ubicados, como es el caso del que se muestra en una de las fotos que acompaño, el cual está situado en el entorno del Centro de Visitantes, lugar de recibimiento de turistas y paso obligado de los que se hospedan en el Parador. Creo que viendo el escaso uso que como reclamo publicitario de ellos se hace, estos indicadores están llamados a desaparecer, igual que desapareció en su día la publicidad que hace 50 años se ponía en el dorso de las señales de tráfico de nuestra ciudad.

Si Lorca quiere ser un referente turístico, son muchas las cosas que tienen que cambiar, y una de ellas es esta dejadez y esta vagancia en el decoro de la ciudad, pues es lamentable el estado en que se encuentran muchos de sus semáforos y señales de tráfico, señales que han sido colocadas recientemente con motivo de la remodelación de calles y que ya están torcidas o por los suelos y algunas con el mensaje de perfil en vez de mirar al frente, lo que impide que sea vista por los conductores o que se pueda situar en otra calle distinta, como sucede con un disco de dirección prohibida ubicado en una esquina del Teatro Guerra. La ciudad hay que preservarla, hay que cuidarla, no basta con un establecimiento hotelero en el castillo o pretender un ascensor para que el turista baje, lo que hace falta es motivarle para que venga, y para ello hay que ocuparse de que cada rincón sea un encanto y eso dudo mucho de que suceda aquí.

Es vergonzoso que farolas de época tipo fernandino sean soporte de señales de tráfico, algunas sin ser necesarias, como es el caso de las dos de dirección prohibida situadas en sendas farolas de la calle Corredera, pero no al comienzo de la calle que tiene ya otra, sino bien estrada en esta arteria peatonal, unas señales de las que se pueden prescindir y que tampoco son las indicadas, pues estas son de dirección prohibida y las correctas son de circulación prohibida al ser calle peatonal. Igual de vergonzoso es lo que pasa con las vallas que “deambulan” de un lugar a otro de la ciudad, permaneciendo meses en el entorno de donde han sido colocadas, aunque algunas también salen del municipio y hacen turismo por la región, como es el caso de la que se encontraba la pasada semana junto al apeadero de ferrocarril de Librilla. Se conoce que la empresa que está acometiendo las obras de señalización y soterramiento del cableado eléctrico de la línea de Alcantarilla a Lorca la ha cogido prestada.

A propósito de esto, recuerdo que el nuevo alcalde nos anunció hace unas semanas, que iba a pedir a Adif que se llevase a cabo la limpieza de maleza y basura que se acumulaba en los márgenes de las vías del ferrocarril a su paso por Lorca. Cosa que ya se ha llevado a cabo, no sé si la petición, pero si la limpieza, quizá que ya supiera nuestro primer edil que estas obras ya estaban contratadas y que previamente se tenía que limpiar el terreno por donde pasa la conducción, quedado así muy bien nuestro alcalde. Quienes no quedan tan bien, son los responsables de señalización del AyuntaMIENTO, pues deberían de preocuparse un poco más de retirar la valla o la señalización provisional cuando esta ya no sea necesaria, de lo contrario estos elementos terminan en cualquier lugar, como los que han permanecido años en el lecho del río bajo la pasarela, vallas y señales que han sido retiradas recientemente, debido quizá, al toque de atención que le dimos por aquí.

Ahora le debe de tocar a casi una decena de señales de prohibido aparcar que llevan ya más de dos meses en el solar situado frente al Complejo Deportivo Felipe VI, solar que fue cerrado con barreras de plástico por la empresa constructora del primer tramo de la Ronda Central, y que ya no tienen utilidad alguna en aquel lugar, permaneciendo todavía en el interior del perímetro a la espera de ser retiradas, bien por los irresponsables municipales o por cualquier otra persona o empresa que les haga falta. Unas señales que mientras no son usadas, inexplicablemente se amontonan a la intemperie en una esquina del recinto de la Policía Local, cuando este recinto debería de tener un espacio cubierto y acondicionado como almacén. Pero claro, si no nos preocupamos de mantener en buen estado las permanentes, no nos vamos a preocupar de las provisionales.

Los fabricantes de las señales de tráfico dan una caducidad de entre siete y diez años a estos signos, ya que pasado este tiempo pierden su color y las propiedades de las láminas reflectantes, aconsejándose su sustitución pasado este tiempo. Pero en Lorca, en la ciudad del Sol, no se tiene en cuenta, teniendo en activo señales de los años noventa, según lo atestigua el estado en que se encuentran y la fecha de fabricación que llevan al dorso, señales que con más de 25 años de antigüedad están pidiendo a gritos ya su sustitución. Pero no solo no se renuevan, sino que las viejas se reciclan para nuevas señalizaciones, enmendando su mensaje y teniendo como resultado una verdadera chapuza, como son las que se han colocado tras la remodelación de dos de los carriles de la calle Poeta Para Vico.

La modificación en la circulación de los dos carriles de esta calle que van en dirección Murcia, creo que ha sido una decisión acertada, pues se ha puesto el derecho hacia el Puente de Santa Quiteria, y el central continua recto y permite la posibilidad de girar a la Izquierda para Fajardo el Bravo, no como antes que a parte de este giro para el centro de la población, también era utilizado por el listillo de turno que se aprovechaba de su circulación más escasa para colarse al otro carril. Lo malo de esta decisión, es la deficiente señalización que se ha hecho al respecto, ya que a pesar de las semanas que lleva en marcha, los conductores no se enteran, siguiendo con la utilización del carril derecho para continuar hacia el subterráneo. Creo que las dos señales que se han colocado son un apaño que apenas se ve, cuando ahí se deberían de haber colocado dos nuevas sin enmiendas, de mayor tamaño y tipo banderolas, viéndose así de una forma clara la bifurcación hacia la derecha.

Igual sucede con la modificación que se ha hecho en la salida de la Alameda Rafael Méndez a Poeta Para Vico, otra decisión acertada al estar a solo unos metros la nueva rotonda de Vallecas, pero que por su deficiente señalización no se respeta siempre la prohibición de girar a la izquierda, cuando colocando en su frente una señal de dirección obligatoria a la derecha, esa flecha sería mucho más visible por los conductores que siguen acostumbrados al giro anterior. Lo mismo ocurre en otros cruces de la ciudad donde se prohíbe girar a la izquierda al coincidir la salida de vehículos con el cruce de peatones en verde, que tampoco es respetada la prohibición, a veces hasta por los mismos vehículos policiales, cuando una señal de dirección obligatoria seria más eficaz, bien actuando por si sola o como recordatorio a la anterior de giro prohibido.

Pero parece que estos discos azules de la flecha blanca no gustan mucho por aquí, dándose el caso de un semáforo de la avd. de Europa donde cuelgan dos señales de prohibido girar, una lo prohíbe a la izquierda y la otra hacia la derecha, cuando una simple de dirección obligatoria al frente, es más visible y más eficaz. Pero como digo las señales de dirección obligatoria no son muy tenidas en cuenta en nuestro municipio, como tampoco la de peligro por la proximidad de un lugar frecuentado por niños (colegio), pues han prescindido de ellas a la hora de señalizar la nueva Ronda Central en el tramo que coincide con la entrada al colegio de San Fernando por Poeta Para Vico. Lo mismo ha sucedido con la remodelación de la avda. Rafael Maroto, que han pasado de poner señal alguna que indique la proximidad del colegio Sagrado Corazón de Jesús que da a esta calle.

Por el contrario nos encontramos con señalización que no hace falta, siendo varios los puntos donde se anuncian resaltos que no los hay. Aunque por otro lado se necesitan más en alguna vía, como es el caso de Juan Antonio Dimas, una calle que sí que lo tiene en un paso peatonal existente frente al complejo deportivo, pero que carece de otro que reduzca la velocidad frente a la puerta del recinto de Limusa en sentido al río. Solo la Policía Local y el Servicio Eléctrico saben las veces que han tenido que intervenir a causa de accidentes en aquel lugar, accidentes que han provocado la poda de cuatro árboles y la sustitución o arreglo de varias farolas, pero hasta que no haya víctimas mortales no se le pondrá remedio, con lo sencillo que es hacer un resalto e incluso la colocación de una valla de protección que ampare al peatón que por allí pasa.

Por cierto, son muchos los pasos de peatones que apenas se ven y no creo que tenga que suceder una desgracia para que estos se repinten, como ya pasó hace años con el existente frente al huerto de La Rueda. Un paso que ha desaparecido en la actualidad debido a las obras de urbanización que se vienen haciendo en el entorno del recinto ferial, pero al que no se le ha puesto sustituto, ni tan siquiera para los días de mercado, siendo muy dificultoso el paso de peatones por aquella zona, invadiendo estos a veces la calzada. Ya sé que no es época de elecciones, y que por mucho calor que haga, mañana no van a parecer los políticos con botellas de agua para los usuarios del mercado, pero sí que se agradecería que mientras duren las obras y no se reabra una de las aceras, se dé la orden de que la Policía Local regule el tránsito peatonal de la zona todos los jueves, evitando así cualquier contingencia.