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NO SOLO VÁNDALOS por Antonio de Cayetano

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NO SOLO VÁNDALOS por Antonio de Cayetano

La pasada semana exponía su indignación por estos medios Fulgencio Gil, nuestro alcalde. El motivo no era otro que los destrozos producidos en las alamedas por actos violentos e incívicos, mostrando algunas de las imágenes de los daños ocasionados en farolas, bancos, registros, árboles, carteles y en el interior del parque infantil. Unos hechos que no son nuevos en Lorca y que repercuten siempre en el bolsillo de todos los lorquinos, en la caja común de la Casa Consistorial. Actos que suceden con mucha frecuencia, como es el caso de la pasarela Miguel Navarro Molina, donde un día sí y al otro también rompen los cristales de las barandillas. Hace tres meses le tocó al parque de La Salud de la pedanía de La Hoya, donde se cometieron graves destrozos, llevándose los hierros de las barbacoas y los inodoros de los servicios. Este verano fue la ruta del Cejo, destrozando la cartelería y vallas, elementos que habían sido repuestos tras otros daños producidos unos meses antes. Igualmente la plaza de Colón fue el escenario de otro acto vandálico, siendo fracturados los cuatro tritones de la fuente, hechos por los que se detuvo a un hombre originario de Ghana.

También han sido objetivo de los gamberros la escultura de Pepín Jiménez junto a la plaza de toros o la de Alfonso X el Sabio en la plaza de España, así como todo tipo de mobiliario urbano. Luego está la acción de los grafiteros incívicos, que van dejando su huella por donde quiera que pasan, dándoles igual un edificios públicos que privado, que histórico que moderno, que en ruinas o habitado. Y si que todas estas conductas antisociales son reprochables y condenables, debiendo de endurecerse el Código Penal para que estos actos se castiguen con más severidad, aparte de sensibilizar a la población desde pequeños y efectuar cambios en las condiciones sociales. Pero también es verdad que falta más vigilancia, más policía en la calle, pues la presencia de los agentes siempre causan un efecto disuasorio, disminuyendo los delitos y actos vandálicos conforme se van aumentando los efectivos policiales. Pasando a la inversa cuando estos se van reduciendo, ya que la seguridad y la austeridad están reñidas, igual que pasa con la sanidad e incluso la educación.

Porque no se entiende que todos los años tengamos que soportar de la misma forma la llegada de la gripe, cuando es un virus que se sabe que llega en los meses más fríos del año y que siempre colapsa el sistema sanitario. Sistema que podría estar preparado abriendo los consultorios y los centros de salud por las tardes y contratando más profesionales, evitando así las largas esperas en las puertas de urgencia de los hospitales. Pero no, aquí vamos a salto de mata, sin ningún plan preestablecido, que es lo mismo que pasa con la seguridad. Tras la actuación de los vándalos, se nos dice que se va a incrementar la vigilancia en la zona, ¿pero de qué manera? porque no hay más agentes que los que hay, y cuando la manta no da para más, si nos tapamos el cuello dejamos al aire los pies. Y es que la política de seguridad del PP ha sido como la del agua para todos, mera propaganda, puro marketing que les ha dado estupendos resultado.

La próxima semana, se van a cumplir ocho años de la colocación de la primera piedra del cuartelillo de la policía local en Ramonete, el último que se abrió en nuestras pedanías tras los de Almendricos, La Hoya, Zarcilla de Ramos y Purias. Cinco centros de seguridad que iban a estar abiertos las 24 horas del día y los 365 días del año, atendidos cada uno por un sargento, un cabo y 10 agentes. Pero eso solo sobre el papel, porque la realidad ha sido bien distinta, encontrándose todos cerrados ya varios años. Porque no solo basta con hacer la inversión y echarse la foto, hay que dotarlos también de los suficientes efectivos humanos y materiales. Pero lejos de convocar nuevas plazas, la plantilla de la policía local ha disminuido en más de un 25% en los últimos años, con motivo de no haberse cubierto las jubilaciones que se han producido en la última década.

Tampoco se cubren las vacantes de la policía nacional y la guardia civil en nuestro municipio, ni se reclama que esto ocurra. Distinto era cuando el PSOE gobernaba la nación, entonces sí que el Sr. Jódar aprovechaba cualquier ocasión para reivindicar más personal para ambos cuerpos. Tal como hizo en octubre de 2011, cuando se quejaba de que solo seis agentes cubrían el territorio de las pedanías altas desde el cuartel de Zarcilla de Ramos, cuartel que a día de hoy gobernando el PP, solo abre dos días a la semana (lunes y jueves) y solo por las mañanas, reduciendo su plantilla a menos de la mitad de lo que entonces tenía. Igual ha pasado a nivel nacional, mientras que con el gobierno de Zapatero se incrementaron las plantillas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, hecho que se constató ampliamente en nuestra ciudad, ya que con anterioridad era frecuente ver a un solo agente de la policía nacional patrullando.

Con la llegada de Rajoy hemos retrocedido de nuevo, pues mientras que en nuestra región había 1.749 agentes de la policía nacional en 2011, esa cifra se ha reducido ahora hasta los 1.460. Lo mismo ha sucedido con la guardia civil, que ha bajado de los 2.066 agentes que tenía en 2011 hasta los 1.893. Un total de 462 efectivos menos entre los dos cuerpos desde que gobierna el PP, eso solo en la región, ya que en todo el país la cifra es de más de 12.000 agentes menos. Cuando la promesa de Rajoy estando en la oposición, era que se incrementarían las plantillas con 30.000 nuevos efectivos en tres años. Claro que tampoco había que tomarse muy en serio esas promesas, ya que formaban parte de una campaña del PP en el que se criticaba la inseguridad en España bajo el gobierno socialista.

Una campaña que tuvo lugar en noviembre de 2006 y en la que se utilizó un video con falsas imágenes. Unas de Medellín en Colombia, con enfrentamientos entre cárteles de la droga. Otras del asalto a una casa en Barcelona, cuando las imágenes correspondían a un hecho ocurrido 10 años antes, cuando gobernaba el PP, y otras con escenas de incidentes ocurridos también durante el mandato de Aznar. Así se nos mentía a los ciudadanos, incluso desde nuestra región se puso en marcha un Plan Regional de Seguridad Ciudadana, afirmando que no podíamos estarnos quietos ante la pasividad del gobierno de España en cuanto a la seguridad ciudadana. Cuando todo lo contrario, se estaban incrementando considerablemente los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los mismos que el gobierno del PP había mermado en la anterior legislatura. Una disminución que importaba bien poco al gobierno de Murcia, ya que entonces sí que callaba.

Con aquel Plan Regional de Seguridad, hubo 628 nuevos policías locales en la región, de los que 40 correspondieron a Lorca, siendo ese el principal motivo de que se incrementara la plantilla local. Agentes financiados por el gobierno regional y que iban a destinarse exclusivamente a la seguridad ciudadana. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho, encontrándonos en la actualidad con que son destinados para cualquier operativo, ya que nos están faltando efectivos. Se ha visto durante el desarrollo de la obras en las calles de Lorca, con retenciones que se hubieran visto minimizadas si los agentes de la policía local hubiesen agilizado el trafico. También días atrás en la calle José Espinosa Pomares, donde el trasiego de vehículos del aparcamiento Poncemar colapsaban la mencionada vía, entorpeciendo el paso de los autobuses que entraban o salían de su estación. Y se está viendo en estos días en Juan Carlos I, donde careciendo de señalización semafórica, no hay agente alguno que regule los pasaos de peatones, habiéndose dado ya alguna situación de peligro, ya que los vehículos pasan a gran velocidad e incluso alguno en dirección prohibida.

Sepa Sr. alcalde, que comparto con usted la preocupación por esos actos vandálicos de la semana pasada, pero no le eche toda la culpa a esos chulos maleducados, como tampoco hay que echarle a la gripe la culpa del colapso de los centros sanitarios. Son cosas que se sabe que suceden, y la misión de los políticos es saberlas gestionar, no con lamentaciones, sino intensificando las medidas para que esto no ocurra. Hace poco se anunció la adquisición de un radar móvil para la policía local, radar que necesitará de la presencia de unos agentes para su manejo, cosa de la que no estoy en contra, pero sí de que dentro de unos meses se abandoné por falta de personal, que lo que ha ocurrido en Orense. Lo que ocurrió con los cuartelillos de pedanías y lo que ocurrió con las motos de la policía nacional cuando gobernaba el PP.
Una inversión de mucho dinero que se dejó perder, cuando se puso en marcha aquel plan de policía de proximidad ideado por el gobierno de Aznar en 1998, y que luego por falta de efectivos hizo que se “pudrieran” las motos en los garajes de casi todas las comisarias, incluida la nuestra.

Una unidad motorizada que habría que implantar de nuevo en Lorca, por ser el vehículo más efectivo para el tráfico urbano, las estrechas calles del casco viejo y las zonas verdes de las alamedas. También la policía nacional tendría que desplegarse por las pedanías limítrofes al casco urbano, tal como se hace en otras ciudades, dejando a la guardia civil para las zonas rurales más alejadas. E insistir a la Delegación del Gobierno y al Ministerio del Interior de la necesidad de incrementar los efectivos de ambos cuerpos en nuestro municipio. Municipio que según la estadística del propio ministerio, durante el primer semestre del año pasado, aumentaron los robos en viviendas en un 28,60% y la sustracción de vehículos en un 50%. Datos más que suficientes para tomarnos en serio la seguridad, seguridad que como vemos, se ha visto muy mermada por las exageradas políticas de austeridad de los últimos años.

Está claro que la culpa es de quienes cometen los delitos y los actos vandálicos, pero también los políticos tienen parte de responsabilidad, al no prevenir y combatir esta delincuencia con más efectivos.