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El Paso Blanco clausura la Semana Santa lorquina con la Salve a la Virgen de la Amargura.

Los cofrades del Paso Blanco rodearon el trono de la Virgen con los hachoes y crucetas de las procesiones y pudieron ver por última vez este año a la imagen en su trono, tal y como salió en la procesión del Viernes Santo.

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El Paso Blanco clausura la Semana Santa lorquina con la Salve a la Virgen de la Amargura.

La Salve a la Virgen de la Amargura, titular del Paso Blanco, se realizó el domingo noche y significó el último acto de la Semana Santa lorquina desde la capilla del Rosario. Los cofrades blancos pudieron ver por última vez este año a la imagen en su trono, tal y como salió en la procesión del Viernes Santo. La Salve es la despedida después de días intensos de procesiones y recorridos penitenciales y el agradecimiento en forma de canto de alabanza a la Virgen por la protección recibida durante los desfiles bíblico-pasionales.

La Salve a la Amargura es un acto litúrgico que marca el cierre de la Semana Santa en Lorca, una ciudad en la región de Murcia, España, conocida por sus impresionantes procesiones y celebraciones durante esta época del año. La Semana Santa de Lorca es una de las más destacadas de toda España, y atrae a miles de visitantes cada año debido a la espectacularidad de sus desfiles procesionales, la riqueza de sus tradiciones y la intensidad de su fervor religioso.

La Salve a la Amargura suele celebrarse el Domingo de Resurrección, culminando así la semana de intensas actividades y procesiones que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. En este acto, se rinde homenaje a la Virgen de la Amargura, una de las imágenes más veneradas en Lorca y que representa el dolor de la Virgen María durante la crucifixión de su hijo.

Durante la Salve, se entonan cánticos religiosos dedicados a la Virgen y se llevan a cabo diversas manifestaciones de fe por parte de los fieles. Es un momento de gran emotividad y recogimiento, en el que se pone fin a la intensa semana de celebraciones, pero también se renueva el compromiso religioso de la comunidad lorquina.

La Semana Santa de Lorca es reconocida por la belleza y solemnidad de sus procesiones, así como por la participación activa de sus habitantes en las distintas cofradías y hermandades que organizan los eventos. La Salve a la Amargura es solo uno de los muchos momentos destacados de esta celebración, que deja una profunda impresión en quienes tienen la oportunidad de vivirla en persona.