Un edificio situado en la esquina entre las calles Lope Gisbert y Terrer Leonés ha sido acordonado tras producirse desprendimientos de fragmentos de gran tamaño de la parte más alta del inmueble.
El grave estado de deterioro en que se encuentra, con grandes grietas, ha obligado al cierre de cuatro establecimientos de su planta baja, entre ellos, dos de hostelería. Unas vallas impiden que los viandantes puedan circular junto a su fachada y así evitar riesgos. Están en estudio dos opciones: rehabilitarlo o demolerlo y reconstruirlo.