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Descubren bajo San Patricio los restos de la antigua iglesia de San Jorge

Hasta que los expertos no emitan un informe no se decidirá si se opta por una solución que deje visibles estos importantes vestigios

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Las obras de restauración que se están realizando en la excolegiata de San Patricio, el más importante de los templos lorquinos, han permitido descubrir, al profundizar en el suelo del templo, los restos de la primitiva iglesia de San Jorge y de la muralla medieval de la ciudad. El estudio de estos restos y de los que todavía es posible que aparezcan -puesto que se siguen haciendo catas en el terreno- permitirán documentar mejor los escasos datos que se tienen de esta antigua iglesia, sobre la que se construyó el actual templo, en recuerdo de la batalla de los Alporchones.

La excavación arqueológica que se lleva a cabo se ha centrado principalmente en el espacio que media entre el coro y capilla mayor, realizándose otras catas en zonas donde se presumía que aparecería la muralla medieval. Delante del altar mayor se han localizado los signos materiales de la iglesia de San Jorge, que contribuirán a explicar lo que hasta ahora solo permitían sugerir algunos documentos.

El arquitecto director de los trabajos, Juan de Dios de la Hoz, considera que «los resultados conseguidos hasta ahora son interesantes, aunque es pronto para presentar conclusiones, tanto sobre esa antigua iglesia, la existencia de criptas y la propia muralla medieval». Hasta que no se disponga del informe final de los expertos, advierte, «no habrá decisión sobre si se establece algún sistema para dejar visibles algunos de estos restos o para hacer una señalización en el pavimento definitivo».

El archivero municipal Manuel Muñoz Clares es el autor de un pormenorizado estudio que ha servido de base para acercarse a estos hallazgos y, en concreto, a los que hacen referencia a la iglesia de San Jorge. Fue Cánovas Cobeño en su libro ‘Historia de Lorca’ (1890) el primero que habló con cierta extensión de la parroquia de San Jorge y «sentaba unos precedentes para la historia local totalmente arbitrarios que se siguieron después sin contrastar debidamente».

Muñoz Clares, tras revisar la documentación existente, explica que, a imitación de las parroquias medievales de la ciudad, la vieja iglesia de San Jorge se construyó en 1282, en sentido longitudinal al aterrazamiento urbano en el que se localizaba, estando su cabecera al levante, tal y como se dispone en las parroquias altas. Es presumible que su planta fuese rectangular y que el acceso principal estuviera a los pies de la iglesia. Si hubo una entrada secundaria, se podría situar en el lado del Evangelio, ya que allí estaba la prolongación de la calle Zapatería, que entonces, en el siglo XIII, era la principal arteria de la ciudad, que desembocaba en la vieja Plaza de Adentro, hoy Cardenal Belluga.

Campanario en un torreón

Sería una iglesia con capillas laterales entre los gruesos pilares sobre los que descansaría la cubierta de madera muy al uso en esos años. Los elementos del interior como coro y tribunas también serían de madera. Cerca de la entrada principal, en la parte de la epístola del templo, se alzaba el campanario, para el que pudo aprovecharse uno de los torreones de la muralla, puesto que la iglesia estaba paralela a la misma. Su arquitectura, como ocurrió con las parroquias altas, se renovó completamente en la segunda mitad del siglo XV y, a comienzos del XVI, se levantó la cabecera y altar mayor al que se accedía mediante gradas. Era más estrecho que la planta del edificio, lo que permitió situar a ambos lados la sacristía y una capilla particular.

Muñoz Clares añade que en la plaza de Adentro, a comienzos del siglo XVI y haciendo confrontación con la iglesia, se encontraba la nueva sala del Ayuntamiento levantada en 1504, con una cárcel aneja, y también una lonja de nueva construcción. Todos estos edificios estarían en la parte interior de la plaza, y la iglesia de San Jorge ocuparía el lugar inmediato a la muralla.

Espín Rael localizó, a través de los censos de la ciudad de comienzos de ese siglo, un portillo de la muralla que recibía el nombre de puerta pequeña de San Jorge. Hasta los años 40 del siglo pasado, existió una puerta medieval en la calle que todavía conserva el nombre de Porche de San Jorge, datos que acreditan que la iglesia existía desde antiguo.

La información que se tiene sobre esta iglesia es siempre indirecta y no se sabe su estado en el momento de pasar a ser colegiata, lo que ocurrió en 1533. En un documento que se conserva en el archivo de Simancas, sobre un escándalo que se produjo en la iglesia en febrero de 1504, en el que declararon los testigos, se pueden entresacar algunos datos, como ese altar mayor elevado, que la nave tenía gruesos pilares que definían las capillas laterales, que existía un coro a los pies y una capilla llamada del Crucifijo.

Como las excavaciones en marcha no se harán ni en la capilla mayor ni en el coro de San Patricio, no va a ser posible confirmar dos aspectos fundamentales de la vieja iglesia de San Jorge, puesto que se supone que los restos de su altar mayor deben estar debajo de esa capilla central, y la puerta principal en la zona del coro. El final de la iglesia de San Jorge puede situarse en los inicios del siglo XVII, cuando la obra de construcción de San Patricio llegó al cuerpo principal del viejo templo. Antes, en torno a 1537, ya se había derribado la capilla mayor, la sacristía y la capilla de los Ponce de León.

Conviene recordar que el proceso de construcción del nuevo templo, que se inició por la girola y la capilla mayor, estaba en marcha en 1541. En torno a 1601, tal y como se insinúa en acuerdos del cabildo colegial de ese año, debió de derribarse lo que quedara de la iglesia de San Jorge.