Agricultura gasta 2,5 millones de euros en luchar contra dos plagas en bosques.
La Consejería de Agricultura ha invertido el año pasado 2,5 millones de euros en luchar contra las plagas de la procesionaria y del perforador, que afectó a una tercera parte de hectáreas que la anterior sequía de 1994, especialmente a Lorca, Totana y Alhama, debidas a la falta de lluvias desde 2013 y el incremento de temperaturas.
La consejera de Agricultura, Adela Martínez-Cachá, hizo hoy balance, en rueda de prensa, de este plan de lucha contra ambas plagas, en cuya lucha se han llegado a utilizar drones y 225 árboles sanos como debo para atraer a ejemplares adultos, mientras que la totalidad de las 25 estaciones de seguimiento forestal han estado alerta sobre este asunto.
El tratamiento más eficaz es la corta del árbol y el tratamiento del residuo, si bien se han empleado casi medio millar de trampas de captura masiva para evitar un problema, que en el caso del perforador “Tomicus destruens” provoca tales orificios en los pinos que estrangula el paso de su sabia.
Las zonas afectadas son 11.815 de las 56.662 hectáreas de 66 montes de utilidad pública (4,5% de los pinares de la Región), entre los que se encuentran la sierra de la Muela, valle del Guadalentín, sierras de Torrecilla, Almenara, El Valle-Carrascoy, norte de Sierra Espuña, montes de Librilla, Coto Cuadros y montes de Ricote.
La ausencia de periodos de frío y de heladas durante el otoño e invierno han provocado el adelantamiento del ciclo de la procesionaria del pino, detectándose orugas en estadio 5, que es el típico de primavera. La consejera explicó que se trata de una situación anormal en el desarrollo de la larva y aunque debería estar embolsada, las elevadas temperaturas han provocado que esté en esa última fase previa y está convencida que en quince días esas larvas se enterrarán de forma natural.
Si continúa la sequía la Consejería estudia la posible reforestación dado que habría zonas que no tendrían tiempo de una regeneración natural, si bien se advierte que el aclareo que se consigue en los pinares gracias a la lucha contra esta plaga tiene un efecto beneficioso para los bosques, además de evitar que crezca la plaga.
Fuente: EFE