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El Ayuntamiento instalará toldos  para reducir los efectos del calor en las calles comerciales del casco histórico y cuantificarán los beneficios obtenidos.

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El Ayuntamiento instalará toldos  para reducir los efectos del calor en las calles comerciales del casco histórico y cuantificarán los beneficios obtenidos.

El Proyecto ‘Life Adaptate’ se pondrá en marcha por parte del Ayuntamiento de Lorca a partir de mayo con la instalación de toldos en la calle Corredera y adyacentes para reducir los efectos de las olas de calor.

Esta experiencia se llevará a cabo en los meses de mayo, junio, julio, agosto, septiembre y parte del mes de octubre durante un periodo de 3 años, hasta 2021, para tratar de medir la temperatura y cuantificar los beneficios obtenidos para la población y el área comercial de estas calles emblemáticas situadas en casco histórico de Lorca.

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Según el Consistorio «se crearán corredores en sombra mediante la instalación de toldos en varias zonas comerciales y de gran tránsito peatonal del casco histórico de Lorca, como son la calle Corredera, Pío XII, Alporchones y calle Almirante Aguilar».

Satur Martínez, concejala de Urbanismo en el Ayuntamiento de Lorca, ha señalado que «una vez concluido el periodo de prueba, se podrá determinar, si la instalación de los toldos en la calle Corredera y adyacentes, puede convertirse en una medida de adaptación al cambio climático que pueda adoptar el propio municipio, para poder en este caso, ampliarla a más recorridos de nuestro casco urbano».

El proyecto tendrá una duración de 4 años (septiembre 2017/ septiembre 2021) y forma parte del  «Proyecto Life Adaptate», cuyos son disminuir la temperatura y por tanto la sensación térmica de los viandantes; reducir la temperatura de fachadas y del pavimento que crean los “microclimas” en las ciudades; combatir las olas de calor urbano en beneficio del cambio climático; reactivar el comercio de la zona en los meses de altas temperaturas ante la demanda de los comerciantes; disminuir el gasto en refrigeración de las viviendas y comercios de la zona y con ellos las emisiones de CO2 y la adaptación por parte de los ayuntamientos al cambio climático y a la subida de las temperaturas que se prevé para años venideros.