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CASA DE LOS ARCAS EN LOPE GISBERT

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Varios de nuestros amigos preguntaban ayer que sabíamos sobre la Casa de los Arcas, situada en Lope Gisbert, entre calle Pio XII y Alporchones y hemos investigado un poco sobre esta interesante propiedad privada para ofreceros esta información que esperamos sea de vuestro agrado.

CASA DE LOS ARCASEn la segunda mitad del siglo XIX, se edifica la Casa de los Arcas en el centro histórico de Lorca, el cual se desarrolla en torno a una zona medieval, emplazada al amparo del castillo, y unas zonas de ensanche.

Según Escrituras de venta de la Casa de los Arcas firmadas ante el notario Puche en 1893, es a partir de este momento cuando la casa empiece a ser conocida como Casa de los Arcas, y según consta en el registro fiscal de edificios y solares de 1926, donde la casa aparece con una superficie de 456 m2 y el jardín anexo de 402 m2.

CASA DE LOS ARCAS 2En uno de estos ensanches se ubicó la Casa de los Arcas, estando rodeada de uno de los conjuntos culturales y arquitectónicos más importantes de la ciudad, formado por la Iglesia de San Mateo, el Palacio de los Condes de San Julian, la Casa de los García de Alcaraz, de la que queda únicamente en la actualidad el torreón con el escudo de la familia, el Palacio del Marqués de Esquilache, el Casino Artístico-Literario y el Palacio de Guevara.

Respecto a la tipologia empleada, la Casa de los Arcas constituye un claro ejemplo de casa solariega del siglo XIX. De los rasgos comunes de esta tipologia, como bien señala Jiménez Alcázar [1999:199-200] presentes en la arquitectura doméstica lorquina, se puede destacar el empleo de la sillería en la realización de zócalos, esquinas y portadas; utilización de cornisas poco voladas, a menudo sustentadas con tirantes de hierro ornamentados, y cubiertas inclinadas con teja árabe.

CASA DE LOS ARCAS FACHADATambién destaca la utilización de torres que sirven para dar luz a los huecos de escalera y plantas inscritas en polígonos regulares, cuadrados o rectángulos, que incluyen un patio trasero.
El hecho de que una pequeña torre sobresaliera de la cubierta marcaba una notable particularidad en la edificación.

Destaca el uso de grandes muros enfoscados decorados con algún escudo nobiliario junto con balcones y portadas ornamentadas con tirantes metálicos y molduras, pilastras, frontones, fajados, palmetas, grecas, ante fixas o cabezas femeninas, además de algún que otro relieve.

Esta tipologia de casa manifiesta sus espacios con una zona noble y una zona destinada al servicio que organizan en torno a un torreón central iluminado por linterna y recorrido perimetralmente por una escalera.

Como hecho anecdótico, se puede comentar que es conocido, por una nota en el periódico La Opinión», que la planta baja de la casa de don Jaime Arcas, donde había una tienda de ultramarinos y comestibles probablemente alquilada por el señor Arcas a unos comerciantes, sufrió un incendio en 1916.

Señalar que, una vez que la familia Arcas obtiene dicha casa, esta permanece en su poder hasta nuestros días: don Jaime Arcas Martínez dejará en herencia dicha casa a su primogénito don Guillermo Arcas y este a dos de sus tres hijos.

Uno de sus hijos, don Jaime Arcas, residió, durante sus primeros años de casado, en la planta baja de la casa. Posteriormente se mudaron a la primera planta y tras la muerte de su padre, abandonaron ésta.

Actualmente la Casa de los Arcas es propiedad de los nietos de don Guillermo Arcas y de su nuera, a quien pertenece tras fallecer su esposo, hijo de don Guillermo.

Se encuentra en un importante estado de abandono y ha sufrido varios hurtos con los que ha desaparecido varios muebles de la vivienda.

ANALISIS DE LA CASA:

La Casa de los Arcas, que posee una planta rectangular de unos 26,50 m por 23,20 de lado, se levanta sobre dos plantas principales sobre la rasante, y una tercera bajo cubierta en la crujía exterior. Además, posee un jardín cuya superficie es de 270 m2.

CASA DE LOS ARCAS PLANO PRIMERAEsta construcción se desarrolla en altura con un sótano, donde se ubicaban las caballerizas; planta baja, cuyas estancias se destinaban a alquiler; planta primera o planta noble donde se encuentran los salones principales; y cámaras bajo cubierta.

El recorrido noble o acceso noble se producía por la calle Lope Gisbert a través de un vestíbulo que comunica directamente con la caja de escalera que, siendo de planta cuadrada, constituye propiamente el centro neurálgico sobre el que se organiza la casa, siendo coronado por el torreón que sobresale de la cubierta.

CASA DE LOS ARCAS PLANO PLANTA BAJALa escalera conduce desde la planta baja a la planta segunda, donde se sitúan las cámaras, y allí se encuentra una escalera auxiliar que permite el acceso a un corredor-mirador situado en la parte más alta de la torre de la escalera.

El vestíbulo conecta además con una vivienda dispuesta en la planta baja que es independiente de la vivienda principal situada en la primera planta, de menores dimensiones que esta y donde destaca la sencillez en su ornamentación.

Aunque inicialmente sus paredes se encontraban totalmente policromadas con pinturas murales, posteriormente fueron encaladas. Conserva algunos muebles y numerosos libros.

La planta baja consta también de unas dependencias destinadas a alquiler en las que, durante un tiempo, se estableció una pequeña tienda de comestibles, y de unas dependencias asignadas al servicio tales como almacenes y cocheras, que carecen de interés formal y compositivo.

A la zona de servicio se accede desde la calle Pío XII, a través de un patio en torno al cual se disponen una serie de almacenes. En planta baja también nos encontramos con un jardín familiar, accesible desde la calle, y desde donde se puede entrar a la vivienda de planta baja y al sótano, donde se encontraban las caballerizas.
El jardín es, junto con la escalera, el elemento más peculiar de la casa pues hace de esta una de las pocas residencias de la ciudad de Lorca que aún conserve su jardín.

Destinado al recreo y descanso de la familia, actualmente se encuentra en estado de abandono llegando incluso a ocultar, con su vegetación, parte de la fachada.

En cuanto a la planta primera, desde la escalera se puede acceder tanto a la zona de servicios como a la zona noble. Esta planta alberga la vivienda principal del edificio, cuyas estancias se encuentran comunicadas entre sí. Así, pasamos desde el comedor a la salita de estar; esta nos conduciría al despacho para, seguidamente, entrar al salón principal o salón rojo.

CASA DE LOS ARCAS SALON ROJODel salón rojo se pasaría al salón azul, que funciona como antecámara de los dormitorios y es, al igual que el rojo, de estilo decimonónico.

Estas dos últimas constituyen las estancias principales que componen esta vivienda: las paredes de estas salas están decoradas con papeles en colores rojo y azul, respectivamente, además de presentar la tapicería de los diferentes sofás y sillones así como las cortinas en estos colores.

CASA DE LOS ARCAS SALON AZULLos techos también están empapelados con papeles de motivos florales. Destacan también las arañas que iluminan las estancias, dos pianos, los retratos familiares del salón rojo o los tapices del salón azul.
El resto de estancias se encuentran encaladas, con una decoración más recatada aunque destaca la chimenea de la sala de estar o la ornamentación del comedor.

CASA DE LOS ARCAS PLANO SECCION       Por último, la segunda planta es donde se encuentran las cámaras bajo cubierta. Solo se encuentra compartimentada con los muros de carga que sustentan el edificio y contiene una pequeña escalera que da acceso al último tramo del torreón que es la caja de escalera.

Lo más destacable del conjunto es que esta residencia lorquina conserva todo el mobiliario de la época, junto con retratos, cuadros y demás elementos decorativos que nos acercan al modo de vivir en el siglo XIX.

Deambulando por sus estancias, encontrarás lienzos en los que puedes contemplar hermosas señoritas engalanadas con los vestidos típicos de la época; mesas que aún conservan la vajilla y la cubertería de plata; libros en las estanterías, manuscritos sobre el escritorio; perfectas arañas que cuelgan orgullosas sobre los salones, hoy sombríos y cubiertos de polvo.

Gruesas cortinas, sillones, pianos, relojes, fotografías y tapices, tocadores y espejos, jarrones. Todo ello envuelto por una gran capa de polvo, protegiéndolo durante décadas y que ha hecho que la casa permanezca congelada en el tiempo.

Se trata de una de las pocas casas de Lorca, y probablemente de la Región de Murcia, que ha conservado todo el ambiente propio del XIX, por lo que constituye un testimonio vivo del modo de vida de la sociedad lorquina, y murciana, de este momento.

FUENTE: EL ROMANTICISMO EN LORCA – Rosario Baños Oliver