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Aguaderas celebró su certamen folclórico a pesar de la lluvia.

Como consecuencia del mal tiempo se suspendieron las muestras de artesanía previstas para el festival

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Aguaderas celebró su certamen folclórico a pesar de la lluvia.

Más que música popular. Aunque el acto giró en torno a la música de las cuadrillas, a lo largo de toda la mañana los asistentes pudieron disfrutar de actividades complementarias relacionadas con las costumbres populares y su gastronomía

La pedanía lorquina de Aguaderas acogió este domingo, pese a la lluvia, la celebración del XIII Certamen de Folklore Tradicional Campo de Lorca, en el que participaron grupos de Albacete, Almería y Murcia.

El festival se desarrolló durante toda la jornada en el entorno de la ermita del Sacristán, un espacio muy querido por los vecinos de la zona, situada al pie de la Sierra de la Almenara. La mayor parte de los actos se celebraron en la carpa instalada junto al templo. De hecho, dicha infraestructura fue la que salvó en gran medida la fiesta.

Los grupos participantes fueron la cuadrilla de Purias, la del Tío Román de Nerpio (Albacete), la cuadrilla de Torreagüera (Murcia), la de Chirivel (Almería), los Animeros de Caravaca de la Cruz y la cuadrilla de Campillo. En total, por este certamen han pasado ya más de 30 grupos de música tradicional de distintos puntos de la geografía española, incluyendo cuadrillas de la Región de Murcia, desde 2004.

Los actos comenzaron a las once de la mañana con una misa cantada por las cuadrillas. A continuación, actuaron las cuadrillas que animaron con su música y cantos a los asistentes en una mañana desapacible como consecuencia de la lluvia. A partir de las dos de la tarde se produjo un descanso para reponer fuerzas y ofrecer a los asistentes un almuerzo por parte de los componentes de la cuadrilla de Aguaderas, que fue la anfitriona del encuentro. Por la tarde, las cuadrillas invitadas ofrecieron una muestra de su repertorio tradicional de música y baile que terminó con un ‘duelo’ trovero entre los diferentes guiones.

Aunque el acto giró en torno a la música popular antigua, a lo largo de toda la mañana los asistentes al mismo pudieron disfrutar de actividades complementarias relacionadas con las costumbres populares. Como consecuencia de la lluvia se tuvieron que suspender los actos relacionados con la artesanía tradicional. Sin embargo, hubo degustación de tortas de pascua y pan casero recién sacado del horno moruno que hay junto a la ermita.

Con todo ello se pretendía hacer del certamen una fiesta tradicional enmarcada dentro de un paraje natural situado al pie de la Sierra de la Almenara, desde el cual se divisa todo el valle del Guadalentín. Así, Aguaderas se convirtió durante todo el día en un ir y venir de gente procedente, sobre todo, de distintos puntos, no solo de la comarca, sino de toda la Región de Murcia. Y eso que el mal tiempo restó asistentes a la fiesta, pero ni siquiera la lluvia pudo con la cuadrilla de Aguaderas y sus invitados.