Inicio Cosas de Lorca Paisajes y pedanias IU-Verdes Lorca exige la reapertura de los Puntos de Atención a la...

IU-Verdes Lorca exige la reapertura de los Puntos de Atención a la infancia de La Paca y La Hoya

La concejala de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, ha lamentado que no se haya cumplido la promesa que el Alcalde de Lorca, Diego José Mateos (PSOE) realizó a los padres y madres usuarios del Punto de Atención a la Infancia de La Paca, que no ha reabierto sus puertas el día uno de octubre como estaba previsto. Un problema que también afecta al de La Hoya.

0

IU-Verdes Lorca exige la reapertura de los Puntos de Atención a la infancia de La Paca y La Hoya.

La concejala Gloria Martín vuelve a poner sobre la mesa una solución y pide al Alcalde, Diego José Mateos (PSOE), que se mejoren los canales de comunicación entre el Ayuntamiento y los vecinos porque hay asuntos que no pueden resolverse a golpe de «teléfono escacharrado», sino que requieren de mesas de trabajo en las que puedan participar conjuntamente responsables políticos, técnicos y afectados para la recuperación del servicio

La concejala de Izquierda Unida-Verdes, Gloria Martín, ha lamentado que no se haya cumplido la promesa que el Alcalde de Lorca, Diego José Mateos (PSOE) realizó a los padres y madres usuarios del Punto de Atención a la Infancia de La Paca, que no ha reabierto sus puertas el día uno de octubre como estaba previsto. Un problema que también afecta al de La Hoya y para la que Martín también exige soluciones.

La concejala de IU-Verdes ha dicho sentirse «decepcionada» porque el equipo de Gobierno local no haya sido «diligente» a la hora de aplicar una solución para el mantenimiento de estos dos centros, que venían funcionando mediante contratos menores «que no dan para cubrir los costes de un servicio que es necesario, independientemente de su rentabilidad económica». «Sabemos que es un problema heredado de la anterior administración local, pero más de tres meses era tiempo suficiente para volver a ponerlos en marcha», aseguró.

En cualquier caso, la concejala de Izquierda Unida ha seguido insistiendo en la propuesta que realizó el pasado mes de agosto respecto al PAI de La Paca y que pasaría por un modelo de «autogestión» del servicio, con apoyo municipal, a través de la federación Espartaria, que aglutina a vecinos de todos los pueblos del norte de Lorca.

Por ello, ha pedido al Alcalde y la concejala del ramo, Antonia Pérez, que convoquen una reunión con la directiva de esta federación y con el colectivo de madres y padres porque «nos consta que esta alternativa es viable sólo con que se salven pequeñas cuestiones». Al respecto, Martín ha exigido que «se mejoren los canales de comunicación entre el Ayuntamiento y los vecinos» porque hay asuntos que no pueden resolverse a golpe de «teléfono escacharrado», sino que requieren de mesas de trabajo en las que puedan participar conjuntamente responsables políticos, técnicos y afectados para resolver dudas y planificar la prestación del servicio.

La solución de Martín pasa por hacer un contrato menor de cinco o seis meses con Espartaria, para dar tiempo a que esta federación proceda a su inscripción en el registro autonómico de entidades prestadoras de servicios, para lo que se necesitará que también desde la Consejería de Familia se atienda a esta petición lo más rápidamente posible. Superado este trámite, simplemente habría que realizar una cesión demanial por parte del Ayuntamiento a favor de Espartaria, y otorgar una subvención directa como ocurre con otras asociaciones que se ocupan de la atención a colectivos sociales.

Por ello, Martín ha pedido que el Ayuntamiento «redoble los esfuerzos» porque nadie entendería que fuera precisamente una administración socialista la responsable del cierre de los Puntos de Atención a la Infancia. En ese sentido, ha recordado que los vecinos de las zonas rurales del municipio no pueden ser castigados con la supresión de más servicios públicos, y que espera del PSOE «sensibilidad» y «eficacia en la gestión» para mantener la atención a los niños de 0 a 3 años como medida de apoyo a la conciliación de la vida laboral y familiar de sus progenitores, así como para incentivar la repoblación de pueblos que, de lo contrario, estarán condenados al envejecimiento progresivo.