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La rambla de Biznaga entre Campillo y Purias aumentará la evacuación de pluviales gracias a una inversión municipal de 130.000 euros.

El Ayuntamiento ya ha adjudicado la ejecución de las obras, previendo el inicio de los trabajos durante el próximo mes. Las tareas, autorizadas por la CHS, se centrarán en recobrar el trazado original de la rambla y la altura natural de su lecho, que actualmente se encuentra recrecido de forma artificial, obstaculizando la salida natural del agua de lluvia.

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La rambla de Biznaga entre Campillo y Purias aumentará la evacuación de pluviales gracias a una inversión municipal de 130.000 euros.

El concejal de Desarrollo Rural en el Ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, ha informado que el Consistorio Municipal ha adjudicado una nueva inversión en pedanías que se marca el objetivo de mejorar la calidad de vida de los vecinos, en este caso concreto de los residentes en Campillo y Purias. Estamos hablando de la intervención tendente a la remodelación y mejora del encauzamiento de un tramo de la Rambla de Biznaga. Esta obra, que contempla una inversión de 130.000 euros, supondrá una importante mejora que beneficiará de forma directa a una longitud total del tramo de rambla de 400 metros lineales, abarcando desde la autovía de Águilas hasta la antigua carretera con esta misma ciudad. Se trata de un proyecto financiado íntegramente por parte de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través del Plan de Barrios y Pedanías.

El concejal de Desarrollo Rural ha descrito que las obras consisten fundamentalmente en la excavación y acondiciónamelo de un canal en tierra para mejorar las condiciones de drenaje de esta zona, partiendo con un doble objetivo: por una parte canalizar de una forma adecuada los caudales de aguas pluviales derivados de las crecidas de la rambla en caso de fuertes precipitaciones, y, por otro, optimizar las condiciones de desagüe ante la eventualidad de que se registren episodios de grandes avenidas, circunstancia periódica en esta zona de España.

Ángel Meca ha subrayado que en la zona final de este encauzamiento se tiene previsto ejecutar una obra de paso para proteger la conducción de saneamiento previamente instalada, de tal forma que la inversión municipal permita el correcto mantenimiento de la línea de servicio ya existente.

El concejal de Desarrollo Rural ha explicado, además, que no se puede obviar que la zona presenta un endorreísmo natural acrecentado por determinados movimientos de tierra que se han llevado a cabo en diferentes enclaves de la zona y que han ocasionado injerencias notorias en las pendientes naturales de la rambla. Estas malas prácticas han derivado en interferencias en cuanto a las escorrentías, a la vez que ha desviado pequeños o medianos cauces naturales, generando corrientes de agua sobre caminos de titularidad pública generalmente, de forma fundamental debido, entre otras cuestiones, al cerramiento de parcelas colindantes a estas vías mediante muretes. También la eliminación de parte de los canales de riego y drenaje existentes ha empeorado la respuesta frente a las inundaciones.

Ángel Meca ha adelantado que los trabajos en este cauce, para los que se cuenta con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura, responden al compromiso manifestado por parte del Ayuntamiento con los vecinos de la zona. Se trata, en términos prácticos, en proceder a un drenaje del actual firme de la rambla con el objetivo de bajar la cota que presenta en la actualidad respecto a la autovía de Águilas. De esta forma conseguiremos recuperar la profundidad histórica del lecho del cauce, evitando futuros taponamientos y mejorando su capacidad de evacuación.

Hemos de indicar que la intervención municipal incluye la supresión de un drenaje transversal que no ha respondido a la finalidad con la que fue instalado en su momento, lo que permitirá acentuar la profundidad de la rambla, así como su ensanche.

Esta actuación se suma a la que tiene previsto ejecutar la Comunidad Autónoma para elevar la altura y capacidad de evacuación de los vanos de la autovía de Águilas para reducir el “efecto presa” que se ha constatado que produce en casos de avenidas, y que supondrá una inversión de 1,2 millones.