Inicio Cosas de Lorca Personas y Asociaciones IU-Verdes denuncia que el PSOE ha convertido al Ayuntamiento de Lorca en...

IU-Verdes denuncia que el PSOE ha convertido al Ayuntamiento de Lorca en una agencia de colocación de camaradas de su partido y de sus familiares

Un proyecto de formación relacionado con el fomento del turismo rural en las pedanías del sur de Lorca ha sido adjudicado mediante contrato menor a un empresario de Moratalla hermano de una ex diputada regional del PSOE y ex concejala de este partido en el ayuntamiento del noroeste. El actual concejal socialista de Contratación y Desarrollo Local de ese municipio también ha sido colocado en la Oficina Municipal de Captación de Fondos Europeos de Lorca por parte del equipo de Gobierno de Diego José Mateos

0

IU-Verdes denuncia que el PSOE ha convertido al Ayuntamiento de Lorca en una agencia de colocación de camaradas de su partido y de sus familiares.

La concejala de Izquierda Unida-Verdes en el Ayuntamiento de Lorca, Gloria Martín, ha mostrado su preocupación la adjudicación, por parte de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Lorca (PSOE y C’s), de un proyecto de formación relacionado con el fomento del turismo rural en las pedanías del sur de Lorca, financiado con cargo a los fondos europeos Leader, a un empresario de Moratalla «hermano de una ex diputada regional del PSOE y ex concejala de este partido en ese ayuntamiento».

El contrato, con un valor de 3.000 euros, está vinculado a cuatro charlas presenciales de dos horas de duración, un curso sobre turismo rural de 20 horas en las pedanías de Almendricos, Morata, Purias y Ramonete y un taller de inserción laboral para colectivos desfavorecidos de cinco horas. En total, 93 horas de formación. Se trata de un «contrato menor», una fórmula que, a juicio de Martín, permite «pasar de puntillas» por los principios que han de regir ese tipo de gasto público: libertad de acceso a las licitaciones, publicidad y transparencia de los procedimientos, no discriminación e igualdad de trato entre los licitadores y una eficiente utilización de los fondos destinados a los servicios públicos.

Se da la circunstancia de que, recientemente, Izquierda Unida-Verdes ya denunció la «colocación» del actual concejal de Hacienda, Administración, Contratación, Industria, Desarrollo Local, Nuevas Tecnologías y Transparencia de Moratalla como un agente de desarrollo local en la Oficina Municipal de Captación de Fondos Europeos de Lorca. Para la formación de izquierdas esto podría estar generando un «conflicto de intereses» en tanto la misma persona que se encarga de impulsar la política de subvenciones europeas en el ayuntamiento del noroeste, «es la misma que tiene pelear los mismos fondos para el Ayuntamiento de Lorca». «¿Cuál de los dos intereses va a defender cuando se trate de subvenciones de concurrencia competitiva? ¿Los del consistorio que le paga o los del pueblo del que aspira a conseguir votos?», se preguntó Martín.

La concejala de IU-Verdes lamentó que la contratación administrativa del Ayuntamiento de Lorca se esté utilizando para «repartir mamandurrias» entre «camaradas» del PSOE de otros municipios, en vez de para fomentar el empleo entre los trabajadores y empresas de Lorca.

La edil de IU-Verdes también se preguntó qué opina el vicealcalde de C’s al respecto, dado que «se vendió como un adalid de la regeneración democrática, del control del gasto público y de la erradicación del enchufismo», si bien ahora «no parece estar muy atento en lo que se cuece en las Juntas de Gobierno Local, a las que parece que no tiene mucho interés por asistir».

Árboles de cartón a 50 euros

Al respecto, Gloria Martín declaró que Francisco Morales «también tiene lo suyo». Y es que el pasado 23 de diciembre, a petición suya, este órgano aprobó otro contrato menor de 18.000 euros (justo el límite de gasto para este tipo de contratación) por la fabricación de 360 árboles de navidad decorativos «de cartón». La concejala de IU-Verdes aseguró que los árboles ya estaban fabricados antes de que se adjudicara el contrato y que cada costó 50 euros, lo que consideró «un absoluto dispendio».