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MAESTRO JOSE RODRIGO FOTOGRAFIA LA HISTORIA DE LORCA.

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José Rodrigo Navarro-Casete (Lorca, 1837 – 1916) fue un fotógrafo español. Está considerado como maestro y pionero de la fotografía en Lorca a partir de 1860.

José Rodrigo autorretrato joven

Nació el 1 de diciembre de 1837 en Lorca en el seno de una familia acomodada. Realizó estudios de dibujo en esta ciudad pero después se trasladó a Valencia y Barcelona donde estudió fotografía con el francés Leopoldo Rovira Fot. En torno a 1867 regresó a Lorca estableciéndose como fotógrafo.

Aprendió el oficio en Valencia y Barcelona y tuvo como principal maestro al fotógrafo Leopoldo Rovira. El establecimiento de José Rodrigo Navarro-Casete en su ciudad natal se produjo en los primeros años de la década de 1860 y posiblemente lo hiciera en asociación con el pintor Rebollo. Más tarde se instaló en solitario comenzando a trabajar en retratos, paisajes urbanos y rurales y a componer una interesante galería de personajes populares y de oficios.

El contacto no interrumpido con las ciudades y personas que influyeron en su formación, más el conocimiento que fue adquiriendo de la labor de otros fotógrafos, abrieron paulatinamente su interés por nuevos temas, orientando su trabajo hacia otros campos, sin abandonar nunca el retrato que constituía la base económica de su taller.

Maestro José Rodrigo. Semana Santa de Lorca. Calle de amargura 1.900.

El retrato fotográfico fue su actividad principal, primero lo realizó con carácter ambulante y posteriormente instaló un estudio fotográfico en Lorca. Una característica de su trabajo fue el empleo de los álbumes de retratos donde recogía diferentes personas y situaciones. En ellos los clientes podían elegir la pose preferida.

En la década de 1870 despega profesionalmente, elaboró siete álbumes con gran cantidad de retratos. Consolidado como fotógrafo, acudió a las exposiciones que la Real Sociedad Económica de Amigos del País organizaba en la localidad en 1874 y 1876; realizó una serie excepcional de una veintena de imágenes sobre la Cartagena Cantonal sitiada; por encargo de las sociedades mineras de la Cuenca del Almanzora (Almería) pasó una larga temporada establecido en Cuevas y Vera fotografiando los yacimientos mineros de Sierra Almagrera, en especial, y los de todo el levante murciano hasta Mazarrón.

Este último será uno de sus trabajos más meritorios y el primero que le sacará de la condición de «retratista» para ser incluido en la de «artista fotógrafo».

En los retratos empleaba diferentes recursos escénicos que permitía diferenciar las clases sociales y los gremios. En estas fotografías se pueden apreciar las diferentes indumentarias y aparejos que se utilizaban.

Riada de Santa Teresa, 1879

Varios álbumes realizados posteriormente incluyen fotografías que presentan las vestiduras de las cofradías tradicionales de la Semana Santa en Lorca, así como otros temas. También abordó temáticas de aquella época como la fotografía de difuntos.

Banda de música

En 1873 desembarca en Cartagena procedente de Valencia, lo que le permite ser espectador del sitio a la ciudad provocado por el levantamiento cantonal.

Realiza un reportaje sobre la ciudad en lo que puede considerarse como un reportaje gráfico de la guerra que ha servido de documento excepcional sobre este acontecimiento.

Algunas de estas fotos se comercializaron en el formato de tarjeta de visita. En ellas se pueden contemplar panorámicas del Barranco Jaroso, Las Herrerías y la Sierra Almagrera, también de otros puntos de Mazarrón y Águilas.

RODRIGO EN SU ESTUDIO CON MENCHON Y ALEDO 1913
Jose Rodrigo en su estudio con Menchon y Aledo en 1913

En su estudio taller trabajaron como aprendices, entre otros, los fotógrafos Pedro Menchón Peñas y Blas Aledo López que posteriormente destacaron en el campo de la fotografía profesional.

Desde los primeros años de la década de 1880 hasta 1916, Rodrigo vivió en Lorca. Abrió un taller en la calle del Águila, enclave céntrico de la ciudad.

MAESTRO RODRIGO
Autorretrato ya anciano

Desde él condujo su vida profesional con acierto, popularizando el retrato. En estos años lorquinos la producción de Rodrigo muestra dos momentos cumbre: hacia 1885 trabaja en la ilustración del libro Murcia y Albacete, de Amador de los Ríos, y a finales de la centuria se ocuparía de confeccionar una serie amplia de personajes y tomas callejeras de las procesiones de Semana Santa. La última actividad pública de Rodrigo de cierta importancia fue su participación en la muestra regional celebrada en Murcia en 1900, en donde fue premiado.

Su trabajo se ha podido ver en exposiciones nacionales y locales, ilustrando además importantes publicaciones sobre la historia de la fotografía.

La mayor parte de su obra se conserva en el Archivo Municipal de Lorca.