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Paco Ureña «Dejemos de parecer débiles y demostremos la fortaleza real que tenemos»

"Lo que no está pasando deberíamos tomarlo como una señal para unirnos de verdad"

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Paco Ureña «Dejemos de parecer débiles y demostremos la fortaleza real que tenemos»

Si hay un ejemplo de superación en el mundo del toro ese es Paco Ureña, un torero que se supo reinventarse tras perder la visión de un ojo, y que ahora, con la crisis del Covid-19, considera crucial «potenciar» los valores de su profesión, y que sirvan para afrontar estos duros momentos.

Entrega, superación, sacrificio, dedicación, arrojo, entereza ante la adversidad, solidaridad, compañerismo… son algunos de los valores que de siempre se han asociado a la tauromaquia; unos se enseñan en la niñez, en las escuelas taurinas, pero otros hay que llevarlos de serie, deben formar parte de la naturaleza intrínseca de unos héroes sin capa, y acostumbrados a la dureza y el dolor.

«Deberíamos potenciar y mandar a la sociedad ese mensaje optimista que el toreo tiene, esos valores y ese lado humano que lo distingue y que no tienen otros sectores, por ejemplo, y esas historias de superación de tantos toreros que han sabido venirse arriba en situación realmente complicadas», señala el propio Ureña.

La suya propia podría servir perfectamente para mostrar que no hay que tirar nunca la toalla ante la adversidad, pero también la de otros profesionales como Javier Castaño, que volvió a los ruedos tras superar un cáncer, Fortes, que iba a reaparecer este año después de sufrir una gravísima lesión, sin olvidar otros casos como Javier Cortés o Juan José Padilla, entre otros muchos.

«Lo que no está pasando deberíamos tomarlo como una señal para unirnos de verdad, la sociedad en general y el toreo en particular. Es verdad que lo vamos a pasar mal, un sufrimiento que va a ser igual en todos los sectores culturales, pero ahora es el momento de remar todos para el mismo punto y sacar esto adelante como sea», considera el torero de Lorca (Murcia).

Fuera quejas

«Y es que me da rabia -continúa Ureña- que siempre estemos quejándonos y sacando lo negativo de nuestro sector. Ahora no es el momento de eso. Es momento de tratar de poner buena cara al mal tiempo, buscar ese positivismo y, si es necesario, reinventarnos, cambiar cosas, ir a mejor… Dejemos de parecer débiles y demostremos la fortaleza real que tenemos».

Ureña habla alto y claro, sin esconderse, igual de transparente que su toreo para dejar ese mensaje de «todos a una», pero también advierte la necesidad de hacer ruido para que sea escuchado por todo el mundo.

«Si nos centramos en utilizar solo nuestros canales va a pasar lo mismo de siempre. Tenemos que abrirnos mucho más y buscar otras alternativas para hacernos oír. Pero insisto que ahora lo que tenemos que hacer es lidiar este toro entre todos, y enseñar valores, la humanidad y la solidaridad de nuestra profesión», remarca.

A pesar de este llamamiento, esta situación de encontrarse a mediados del mes de abril y no saber cuándo volverá a enfundarse el traje de luces, en cuánto menos extraña, aunque, más que volver a torear, lo que más le preocupa en estos momentos es, sobre todo, «la salud de la gente». «Y todas las personas que están muriendo, solas, y sus familias sin poder despedirse de ellas… Eso es lo más gordo», asegura.

«Lo que nos ha toca vivir no tiene precedentes que se recuerden, y como tal debemos afrontarlo. Ahora lo que tenemos que hacer es cuidarnos, cuidar a los nuestros y esperar que este maldito virus deje de llevarse la salud de la gente», apostilla Ureña.

Lo que es una evidencia es que su día a día no tiene nada que ver a lo que él está acostumbrado, aunque, según confiesa, «hay que aprovechar ahora y disfrutar de la familia a la que tanto se echa de menos cuando estamos en temporada».

«Intento estar tranquilo, sereno, disfrutar de los míos, pero también echo un rato toreando de salón o haciendo algo de ejercicio. Pero ya digo que ahora mismo la profesión pasa a un segundo plano. Me preocupa mucho mi sector, de eso no hay duda, pro me preocupa más el lado humano de todo lo que está pasando», concluye el lorquino.