La roca de 5.000 kilos de peso que en la madrugada del domingo se desprendió de uno de los cabezos del Calvario Viejo, en el barrio de San Cristóbal, y que cayó en el patio de una vivienda está siendo retirada desde ayer a mediodía. Las labores son complicadas por la situación de la casa, que impide el uso de maquinaria pesada desde lo más alto, y por el grave estado en que se encuentra el macizo rocoso. A ello se suman también las dificultades de acceso, que únicamente puede hacerse hasta el patio de la vivienda a través de unas escaleras. «Se ha colocado todo un entramado de maderas en pendiente para salvar las distintas escaleras y con carretillas ir retirando los fragmentos que se van desprendiendo de la roca», explicó el concejal de Urbanismo, Francisco García.
Los trabajos los lleva a cabo una empresa lorquina especialista en este tipo de actuaciones, Hermanos González Lucas, más conocidos como ‘Los Trincheras’. Uno de sus gerentes, Antonio González, explicó, en declaraciones a ‘La Verdad’, que ayer por la mañana se inició el picado de la roca. «Se está haciendo con un martillo con poca potencia para evitar en lo posible las vibraciones, con el fin de que no se produzcan más desprendimientos». Las labores durarán varios días, ya que «se calcula que el peso de la piedra puede superar las cinco toneladas». Los obreros también retirarán todo el material que se ha desprendido de macizo rocoso y que han caído en varias viviendas de la zona. Antonio González dijo que «son dos las piedras que se desprendieron, ya que detrás de la grande, la que todos hemos podido ver, se ha encontrado otra de menores dimensiones».
Una vez se retire todo el material que cayó del cabezo se iniciará otra actuación que se pretende contratar de emergencia. El edil de Urbanismo explicó que «se trata de la consolidación del cabezo con un tratamiento similar al que se llevó a cabo en la ladera del castillo».
