Las obras de regeneración tras los daños producidos por los terremotos de mayo de 2011 que se llevan a cabo en el barrio de San Diego concluirán a mediados de noviembre. Se ha ampliado el plazo de ejecución de los trabajos en siete meses «con el fin de incluir nuevas actuaciones solicitadas por los vecinos de la zona», según afirmó ayer, en declaraciones a ‘La Verdad’, el consejero de Fomento, Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Francisco Bernabé.
Los trabajos, que se iniciaron el 17 de noviembre con la colocación de la primera piedra, están ejecutados en un porcentaje de un 40%. Su presupuesto es de 4,9 millones de euros, y se estima que se beneficiarán de sus consecuencias unos 5.000 vecinos. Entre las actuaciones finalizadas están los equipamientos bajo cota en la calle Paso Encarnado.
En este vial se ha llevado a cabo la renovación, entre otros, de la red de pluviales (deteriorada por el paso del tiempo y por los terremotos que se produjeron hace cuatro años) electricidad, riego y alumbrado público. «Solo queda el trabajo de reurbanización, rodadura y actuaciones en superficie», explicó el consejero.
El siguiente vial que será remodelado integralmente será la calle Ortega Melgares, para seguir con las otras dos grandes vías de comunicación de la ciudad, la avenida de Europa y Puente Jimeno. «La idea es planificar los cortes de tráfico, según las recomendaciones de la Policía Local y del propio Ayuntamiento, ya que esta zona de la ciudad soporta una gran afluencia de vehículos y se pretende hacer las obras lo menos gravosas posibles para los ciudadanos», argumentó Bernabé.
Los trabajos afectan en estos momentos a siete de las doce calles secundarias del barrio. El templo de San Diego también está siendo sometido a obras de rehabilitación que se encuentran muy avanzadas. Algunos contratiempos han llevado a que éstas sufran retrasos aunque se espera que estén concluidas antes de que finalice el año.
354 aparcamientos
Las grandes líneas de actuación del proyecto son la remodelación del bulevar Rafael Maroto, la creación de un anillo periférico para mejorar la circulación rodada, el incremento en un 74% del número de plazas de aparcamiento (hasta alcanzarlas 354 plazas en el viario público), la renovación de las infraestructuras urbanas, como la red de saneamiento de aguas; y la incorporación de nuevas infraestructuras de comunicaciones, como la red de telefonía y la red wifi, que reclamaban los vecinos. «Se están atendiendo las peticiones de los residentes en la zona, lo que alargará algo más el plazo inicial de los trabajos».
