La jueza envía a prisión sin fianza al «MARGARITO» tras negarse a declarar.
El individuo, desde que fue detenido por la Policía Nacional, ha negado ser el compañero sentimental de esta vecina, cuyo cuerpo era hallado en la vía pública por un inspector de limpieza de madrugada. De hecho, dice que él tiene otra pareja, una mujer cuya declaración también es de interés para la Policía. Sí admitió Pedro haber tenido con Manoli relaciones «esporádicas», presumiblemente con el fin de que el caso no acabe siendo tratado como un asesinato machista y eludir así la agravante de violencia de género.
Cuando encontraron a Manoli, madre y abuela, estaba tirada en el asfalto, medio desnuda y con evidentes signos de violencia, a unos trescientos metros de su casa en el barrio de San Pedro de la Ciudad del Sol. Presentaba marcas en el cuello y un ojo morado, el cual ya llevaba cuando, 72 horas antes de su muerte, se cruzó con un amigo, al que le dijo: «Este no me va a volver a poner la mano encima». Manoli no dio el nombre de nadie, pero su amigo intuyó que se refería a la persona con la que más de una vez la habían visto los vecinos discutir de forma acalorada (dicen que volaban zapatos y botellas por la ventana, en peleas que calificaron como «constantes»).
