Sus nombres son Fernando Martínez Rubio y Javier Moreno. Familiares y allegados se encuentran destrozados y expresan que se trataba de grandes personas.
El Ayuntamiento de Lorca ha confirmado a primera hora de esta tarde que un ciudadano de este municipio murciano viajaba en el avión siniestrado en los Alpes franceses que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf para la compañía Germanwings, con 150 pasajeros a bordo.
El alcalde Francisco Jódar se ha puesto en contacto con su familia y se ha comprometido a movilizar todos los servicios y recursos del Ayuntamiento para la realización de cualquier gestión que consideren oportuna.
Desde el Centro de Coordinación de Emergencias del Gobierno murciano confirman haber recibido en el 112 varias llamadas telefónicas de personas pidiendo información sobre el accidente porque tenían conocidos que les habían comentado que iban a tomar ese vuelo.
Al parecer, se dirigían a Alemania a recoger un vehículo que habían comprado allí. Sus familiares fueron hacia Barcelona para tener noticias de primera mano de lo ocurrido. Aún no les han dado confirmación oficial de que el hombre estuviera en el avión, aunque se sabe que el código que debía coger coincide con el del avión siniestrado.
Este hombre es muy conocido en Calabardina, ya que su familia regenta una confitería de la localidad.
Poco antes de que se confirmaran los casos de estas dos familias, el Teléfono Único de Emergencias 1-1-2 de la Región de Murcia anunciaba que había recibido dos llamadas de personas interesándose por el accidente del avión que cubría el trayecto Barcelona-Düsseldorf con el código GW9525. En este sentido, el Centro de Coordinación de Emergencias ha remitido esas dos llamadas al gobierno de la Generalitat de Catalunya, que ha habilitado el teléfono de información ‘902-400012’ sobre el avión accidentado. Ese es el teléfono al que deben dirigirse las personas que tengan dudas sobre el paradero de sus familiares.
Tras los rumores de que podía haber un aguileño en ese avión, el alcalde, Bartolomé Hernández, se ha puesto en contacto con la familia, que regenta pastelerías en ese municipio y en su pedanía de Calabardina, para ofrecerles los medios precisos para auxiliarla en el caso de que el hijo de la propietaria sea uno de los 150 fallecidos.
