El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha sido criticado por el PSOE lorquino, al haber excluido a Lorca de su plan plurianual de supresión de pasos a nivel, que supondrá la eliminación de 74 de ellos en diferentes autonomías con una inversión de más de 300 millones de euros.
El concejal del PSOE David Romera ha asegurado que Adif «margina a Lorca una vez más» y recuerda que en el municipio hay 17 cruces ferroviarios, de los 68 que existen en la Región de Murcia y que solo está previsto eliminar dos en la línea de vía estrecha Cartagena-Los Nietos.
En Lorca los pasos a nivel sin barreras se concentran en tramo de la línea que discurre entre Lorca y Águilas en las diputaciones de Torrecilla y Almendricos, en la línea de cercanías que tiene Águilas como estación de término.
Se trata, ha dicho Romera, de cruces «con un nivel de tránsito elevado dada la dispersión de la población en el territorio, a la existencia de grandes explotaciones agrícolas en régimen intensivo a las que acuden cientos de trabajadores y al paso continuado de vehículos de transporte de mercancías que dan salida al exterior a nuestras frutas y hortalizas».
Por ello ha considerado necesario que Adif acometa la supresión de todos los pasos a nivel que existen en el municipio para garantizar la seguridad vial en las zonas rurales por donde discurren las vías del tren El político del PSOE ha solicitado al alcalde, Francisco Jódar, del PP, que medie ante Adif y negocie al menos el acondicionamiento del paso a nivel de la Alameda de Cervantes, en pleno centro de la ciudad, al ser uno de los que ocasiona más molestias a peatones y conductores.
La Alameda de Cervantes es una de las principales arterias de comunicación de Lorca y ahora va a ser sometida a un proceso de renovación urbana integral con una inversión millonaria del Gobierno regional en el proceso general de regeneración de la ciudad tras los terremotos de 2011.
En el marco de ese proyecto «el paso a nivel no se puede quedar como está, pues constituye un cruce peligroso y un cuello de botella que perturba gravemente la movilidad urbana».
Hasta que llegue su solución definitiva con el soterramiento de las vías, el concejal propone que sea sometido a obras de adaptación a la nueva situación urbanística de la alameda de Cervantes, que aumenten su funcionalidad y seguridad. A este respecto, Romera considera que «el paso, para ser efectivo y seguro, y más teniendo en cuenta que quedará situado entre dos nuevas rotondas, ha de ampliarse hasta ocupar toda la anchura de la avenida una vez sea remodelada para que las nuevas aceras y carriles bici previstos no queden allí interrumpidos, se abra un nuevo paso peatonal en la acera del Residencial San Rafael con sus correspondientes semáforos indicativos, se instalen nuevas plataformas de paso sobre las vías que permeabilicen esta barrera física y se sustituyan los actuales semáforos y semibarreras por otros más modernos».
«Dejar el paso a nivel tal y como está hoy, constituiría un atropello, una nueva oportunidad perdida en la mejora de la calidad de vida de los lorquinos», sentencia Romera.