ARQUITECTURA Y RUINA
Hace poco que he llegado de un viaje a Cusco y allí pude ver la extraordinaria arquitectura de los Incas. En la mayoría de los andenes escalonados de ciudades como Machu Picchu u Ollantaytambo se cultivaban alimentos o ponían flores. La arquitectura fue empleada con una función práctica y ornamental.
Esta mañana cuando caminaba por la calle Pérez Casas, he mirado hacía arriba al ver pasar una bandada de pájaros y cual ha sido mi sorpresa que he visto plantas carnosas sobre el tejado de una casa en ruinas, creo que es la última casa que aún queda en esta calle de tiempos pasados. Aquí la arquitectura, concretamente el tejado de la casa, ha servido como un parterre para que crezca unas bonitas plantas de forma espontánea. 
He continuado andando y en la periferia de Lorca, me he encontrado con otra casa en ruinas, esta casa es mucho más grande, bonita y blasonada. En una de las esquinas de la casa, un sencillo reloj de sol marcaba la hora, y lo hará mientras la casa no se caiga y se convierta en una total ruina.
Al dejar atrás esta casa, me he preguntado el tiempo en que ambas estarán en pie y después, si las cosas solo existen si alguien las ve. Posiblemente sea así, ambas construcciones pueden pasar desapercibidas, una por intrascendente y la otra por estar alejada del camino cotidiano de los ciudadanos.
Parece que ambas están en proceso de perderse. Aún espero ver alguna estación más a las suculentas plantas sobre el tejado y que el esquinado reloj de sol marque las horas durante mucho tiempo.
