El carnaval calentó la fria noche lorquina.
Alrededor de un millar de personas desafiaron ayer al frío y salieron a la calle para recorrer las principales calles del casco urbano de Lorca, llevando la fiesta y la alegría a todos aquellos que quisieron sumarse a ella. Más de una veintena de comparsas y chirigotas con sus respectivos equipos humanos y musicales pusieron el colorido en una tarde de bajas temperaturas pero de gran ilusión para hacer realidad lo que llevaban esperando todo un año.
El Gran Desfile de Carnaval de ayer partió desde la barriada de San José y recorrió las calles Pérez Casas, Nogalte, Cuesta de San Francisco, Príncipe Alfonso, Óvalo de Santa Paula y Avenida Juan Carlos I, donde más lucieron sus atuendos, por la remodelación integral que ha experimentado la principal vía de la ciudad. El desfile finalizó frente al Huerto Ruano y contó con dos carrozas, una para el personaje de la reina del carnaval y otro para la musa.
Entre las comparsas que participaron estaban los Pekes de Anaís, varios colegios del municipio, la comparsa Fantasía Barriera, asociación de mujeres de Campillo, Universidad Popular, el ballet de Carmen Franco, la comparsa La Torrecilla, la Asociación Boliviana Corazón de América, la comparsa La Viña de San Juan, la asociación juvenil de La Viña, la comparsa Marielem, Carpe Diem, Corazón Latino, Baile Típico de Carnaval del Oriente Ecuatoriano y, como novedad, el ballet de Carmen Romero, las comparsas Mucho por Vivir de la Asociación Española Contra el Cáncer y la comparsa Trevy.