Casa perteneciente a la familia Alburquerque, llegada a Lorca en el siglo XV y emparentada con los reyes de Portugal, construida en la segunda mitad del siglo XVI y reformada en 1854.
En la bella fachada de esta antigua casa palacio destaca la portada labrada en piedra con columnas y capiteles corintios y sencilla decoración, así como el escudo orlado por yeserías que representan guirnaldas de frutos, realizado en la segunda mitad del siglo XIX.
El edificio, de tres plantas, muestra una portada con semicolumnas de fuste acanalado y capitel corintio; el escudo familiar está rodeado por una laurea frutal de la que parten dos volutas vegetales que finalizan en dos estilizados jarrones. En el siglo XIX se añaden sobre las ventanas unos paños en estuco con botón central. Destaca además la artística forja de las ventanas superiores y la de tipo «buche de paloma» en las inferiores. En la parte más oriental de la fachada aparece una hornacina dedicada a Ntra. Sra. de Montserrat.
El edificio ha sido restaurado en su fachada y reconstruido interiormente para acoger las modernas instalaciones y equipamientos del Archivo Municipal, destinado al estudio y custodia de diversidad de documentos históricos lorquinos: actualmente cuenta con más de 8 millones de registros que datan desde el siglo XIII hasta la actualidad.