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“Dale un pez a un hombre y comerá hoy, dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida»

Vaya por delante que no veo mal que se ayude a quien realmente lo está pasando mal, pero entiendo que hay millones de españoles que ganan poco más de 1000€ trabajando más de 8 horas, muchos con dos hijos o más. Se abre el debate...

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“Dale un pez a un hombre y comerá hoy, dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.

Vaya por delante que no veo mal que se ayude a quien realmente lo está pasando mal, pero entiendo que hay millones de españoles que ganan poco más de 1000€ trabajando más de 8 horas, muchos con dos hijos o más, por lo tanto si ahora para ingresar 1015€ no hay que declarar ingresos oficiales, ¿cuántos de ellos van a preferir cobrar la ayuda y seguir trabajando en negro?, y más sabiendo que hay políticos como Echenique, que ven bien pagar de esa forma y así lo ha reconocido tras ser condenado. Ej. Limpiadoras de hogar, oficinistas, fontaneros, pintores, y muchos más oficios a domicilio.

Con esta medida sino se controla bien como suele ocurrir, generamos una deuda nacional que no PODEMOS pagar y en años probablemente podríamos caer en un impago de país y corralito, además generaremos más dependencia, más economía sumergida y competencia desleal a los autónomos legales, y por si fuera poco, va a originar una red de estómagos agradecidos que recibirán el voto ROJILILA con el cheque cuando haya elecciones, y eso ya lo hemos conocido con el PER andaluz durante 40 años. No es nada nuevo, así que mucho control y cuidado con las medidas populistas porque las «carga el diablo«.

GANARÁS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE.

Edificio abandonado desde el terremoto en calle Julian Mateos Marín, ctra. vieja del Puerto. ¿Porque no se adquiere el embargo y se rehabilita con la participación de personas que reciban la ayuda y que estén capacitados para poder colaborar, recibiendo formación práctica in situ, que es la forma que desde toda la vida han aprendido los que ahora son maestros expertos en la obra.

Como posible solución temporal podríamos exigir una contra prestación por parte de quienes reciban la ayuda, devolviendo el esfuerzo a la Sociedad en forma de trabajo en beneficio de la comunidad, siempre dentro de las capacidades de cada individuo, por ejemplo limpiando calles y jardines, haciendo corta fuegos en el monte, pintando mobiliario urbano, ayudando en obras como la que mostramos en la fotografía, un edificio destrozado desde los terremotos que está embargado por el banco y que podría ser un lugar para dar formación práctica a muchas personas capacitadas que ya reciben o van a recibir ayudas públicas y que podrían dedicar ciertas horas del día a formarse trabajando, como lo hicieron siendo aprendices los mejores maestros de la obra de hoy día, de esa forma podrían construir viviendas para uso social, vivienda joven, e incluso para dignificar la vida de los actuales OKUPAS que podrían devolver con su trabajo lo que reciben y optar a construir con sus manos su propia vivienda social en alquiler con opción a compra, con lo que aprenderían a valorar y cuidar el bien que tanto esfuerzo les ha costado conseguir, en vez de seguir pegando patadas en las puertas.

Y quien no sea apto para rehabilitar viviendas, siempre podrá realizar otras labores asistenciales municipales, o simplemente formarse profesionalmente para conseguir otro trabajo digno que les permita cotizar para ganarse la vida como todos lo hacemos y contribuir en la medida que puedan a generar riqueza social, en vez de gandulear por las calles.

El sector del juego en España mueve 41.828 millones al año, más que el sector de la restauración (37.000 millones).

Pero no solo hablo de okupas porque también los hay muy leídos y de muy bien vestir, que aprovechan cualquier excusa médica para coger la paguita y pasar las mañanas tomando el aperitivo, otros complementando la ayuda con algunas ñapas en B defraudando al País, y los más desgraciados que pierden el tiempo, el dinero y su familia en salones de juego, como desgraciadamente ocurre más de lo que debería pero eso casi nadie lo vigila y denuncia hasta que ya es demasiado tarde.

Dar de comer a quien lo necesita es una buena acción social, pero no dignifica igual que si brindamos herramientas y trabajo para que las personas que lo necesitan puedan comer de la caridad al principio, pero con el tiempo sean capaces de «ganarse el pan con el sudor de su frente» y salir de la dependencia hacia el benefactor.

 

Se abre el debate…