Dos jueces rechazan el caso LIMUSA por relación cercana con algún acusado.
El caso Limusa sigue sin llegar a juicio. Hace más de ocho años que comenzó a investigarse un asunto cuya causa tiene más de 7.000 folios. Sobre la mesa, delitos contra la Hacienda Pública. Se trata de esclarecer operaciones inmobiliarias llevadas a cabo entre los años 2004 y 2006, y dilucidar si se movió dinero negro.
El tema es que la macrocausa está, por el momento, paralizada. Según ha podido saber LA OPINIÓN de fuentes cercanas al caso, de momento dos jueces de la Ciudad del Sol han rechazado hacerse cargo del mismo. El motivo: alegan vínculos personales con algunos de los investigados. Les conocen y, en algunos casos, hasta se llevan bien con ellos. De ahí que prefieran no tener que ponerse delante de ellos en la sala: no quieren que su profesionalidad quede en duda. Ni desean tener que juzgar a sus amigos. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia ha entendido las razones de estos jueces y ha autorizado que no se ocupen de la macrocausa, añaden las mismas fuentes.
La Constitución indica que todo el mundo que sea procesado en España tiene derecho a contar un juez imparcial. La Ley Orgánica del Poder Judicial establece una serie de supuestos (son 16) en los que los jueces pueden inhibirse. Una de las causas es ‘amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes’. Otra es ‘tener interés directo o indirecto en el pleito o causa’.
De esta manera, ahora los folios están encima de la mesa de una tercera jueza, que ha de comunicar en breve si asume la causa. Si lo hace, se fijará la fecha del juicio y el proceso continuará.
Fue un exempleado de Limusa el que alertó de irregularidades, y lo hizo hace más de una década. Los procesados son un exedil socialista de Lorca, Miguel Miras; el notario Sebastián Fernández, el dentista Urbano Alejo Vicente; el agente de seguros Ángel Trinidad Martínez Tudela; los empresarios Ana María Cánovas, Diego Cánovas Griñán y Manuel Latorre Millán; el arquitecto José Bartolomé García Martínez, y los promotores José y Antonio Baño Albacete, Juan y Felipe Reverte Segura y José Antonio González García.