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EL ESCARAMBRUJO – Antonio Valero de Torres

El histórico molino, conocido antes como de Buenavista, era uno de los muchos que bordeaban el cauce del río Guadalentín

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EL ESCARAMBRUJO.

El Molino del Escarambrujo, se podría datar en los siglos XV y XVI. El histórico molino, conocido antes como de Buenavista, era uno de los muchos que bordeaban el cauce del río Guadalentín y del que se tienen referencias documentales entre los años 1474 y 1544. El lugar, perteneció a Antonio Robles Vives, cuñado del Conde de Floridablanca, primer ministro de Carlos III.

El molino de Buenavista o del Escarambrujo, es un complejo hidráulico que lleva abandonado desde la muerte de su último propietario, Francisco Martínez Guijarro, y que afortunadamente está en vías de recuperación.

Los sobrinos de dicho propietario lo cedieron gratuitamente al Ayuntamiento en tiempo del alcalde Fulgencio Gil, que lo incorpora al patrimonio municipal.

La última actividad que allí se realizaba era la de granja de perros de diversas razas, algunas extremadamente exóticas, como el Chau Chau, que tenía la lengua azul y muchos otros, y debió tener franca aceptación en el mercado, ya que duró varios años.

Este propietario lo cuidaba todo al máximo, teniendo un lujoso mobiliario y una esmerada ornamentación con bellos detalles de época. En el interior tenía incluso un precioso lago con un cisne negro que era espectacular.

El terremoto del año 2011 lo convirtió en ruina, ya que la fachada se desprendió y dejó el inmueble como si fuera una casa de muñecas.

La restauración que está tasada en casi cuatro millones de euros, ha comenzado hace unos siete meses y ya luce su acabada blanca fachada, que ha recuperado su prestancia de noble caserón.

Los arquitectos han encontrado las viejas conducciones que llevaban el agua desde la acequia de Alcalá del siglo XIII y que hacía accionar este histórico molino.

Y el lorquino, Antonio Robles Vives, consejero real y artífice de los pantanos de Lorca, en el año 1802, el dia 30 de abril, al reventar el pantano de Puentes, el fue la primera victima, ya que al darle noticias de que había filtraciones en el muro, no lo creyó y se dirigió rio arriba a comprobarlo; una gigantesca ola de barro y agua lo arrastró con su carruaje y vino a encortrar su tumba en las cercanías del Escarambrujo.

 

/ Imagen de ruina tras el terremoto del 2011 /.