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EL QUE SE FUÉ A SEVILLA, PERDIO SU SILLA por Jesús Pelegrín

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Dia de la Hispanidad en Plaza Colón y Calderón de Lorca

EL QUE SE FUÉ A SEVILLA, PERDIO SU SILLA por Jesús Pelegrín

Hoy día de la Hispanidad centenares de personas nos hemos reunido en nuestra emblemática Plaza de Colón para izar nuestra bandera española al son de nuestro himno, tras terminar el acto, lo normal que hacemos todos los dias festivos, es buscar una mesa en alguno de los bares del entorno para tomar un aperitivo, comer, tardear, etc.

Sin embargo hoy ha sido muy complicado para decenas de familias que se acercaban preguntando a los camareros si podían ponerles una mesa, y otros buscando la silla que necesitaban para completar su mesa.

¿porqué?, pues parece que según las nuevas normas del Consistorio lorquino, se han reducido las mesas a menos de la mitad en algunos establecimientos, con la propina de alguna denuncia por parte de la policía a alguno de ellos, por lo tanto, ¿que va a ocurrir con algunos de éstos negocios y con los empleos?.

No estoy diciendo que se permita incumplir la normativa y mucho menos a unos si y a otros no, tampoco digo que se permita molestar a vecinos u ocupar todo el espacio público perjundicando a los viandantes pero si creo firmemente que se puede encontrar un punto medio que beneficie a todos.

Debemos tener en cuenta que si ponemos demasiadas trabas a los negocios hosteleros existentes dentro de nuestro casco urbano e histórico, no solo reducimos sus ingresos, los impuestos que pagan y los jornales de empleados a los que dan trabajo, sino que también reducirémos el interés de sus propietarios para invertir y crecer, creando nuevos locales en esta necesitada zona centro u ocupar por ejemplo alguno de los existentes en el recién estrenado Mercado del Sol que también demanda interés de nuevos inversores que completen su aforo.

¿No se pueden adaptar las normas según necesidades, horarios y según sean días festivos o no?. Yo creo que si, es cuestión de pensar, demostrar mayor empatía y voluntad, porque si queremos y vendemos a Lorca como ciudad de servicios no podemos actuar así.

Ni tanto ni tan poco. Oído cocina!!!

 

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