IU Lorca pide la intervención del Virgen del Alcázar para que usuarios y trabajadores cuenten con los medios necesarios frente al brote de Covid-19.
Pedro Sosa y Gloria Martín exigen a la Consejería de Salud que no se lave las manos permitiendo que la dirección de este centro gestione la crisis epidemiológica según sus propios criterios y decidiendo qué recursos emplear. También denunciaron que este hospital privado-concertado realizase su primer comunicado público el domingo, un día después de que la noticia saltara a los medios de comunicación y cuando llevaban movilizando pacientes desde el jueves
Los concejales de Izquierda Unida-Verdes Lorca, Pedro Sosa y Gloria Martín, han exigido a la Consejería de Salud del Gobierno regional la «intervención» del hospital Virgen del Alcázar para garantizar la «contención» de los contagios de Covid-19 y asegurar que usuarios y trabajadores «cuentan con todos los medios necesarios para afrontar el brote».
Gloria Martín argumentó que no se trata de «clientes» de un hospital privado que deciden su ingreso voluntario en él, sino de usuarios de la sanidad pública afectados por derivaciones del Servicio Murciano de Salud (SMS) mediante un concierto sanitario, «por lo que entendemos que la consejería no puede lavarse las manos y permitir que la dirección de este centro gestione el brote según sus propios criterios y decidiendo qué recursos emplear».
Por su parte, Pedro Sosa explicó que la prueba de que tanto los pacientes derivados a este centro privado como los trabajadores no cuentan con las mismas garantías que los atendidos en el hospital público, es que él mismo ha sido sometido a dos intervenciones quirúrgicas idénticas, y mientras que en la del pasado julio, realizada en el Rafael Méndez, «se me hicieron todo tipo de pruebas preoperatorias, incluida una PCR», para la que se le practicó el pasado jueves en el Virgen del Alcázar, «sólo se me hizo un análisis de sangre y ninguna prueba de coronavirus». Sosa, quien agradeció el «trato exquisito» y la «profesionalidad» de ambos equipos médicos y de enfermería, aseguró que lo ocurrido no tiene que ver con la falta de solvencia de los trabajadores, «sino con deficiencias en la gestión y con el interés del gobierno regional en encubrir y resguardar a empresas amigas a las que nunca se les exige responsabilidad».
Gloria Martín cuestionó también la «transparencia» del hospital privado ya que su primer comunicado sobre el brote se emitió el domingo 4 de octubre, a las 12:00, un día después de que la noticia hubiera saltado a los medios de comunicación y cuando el hospital llevaba movilizando pacientes cuatro días antes.
Martín explicó que el pasado jueves, el hospital ordenó el cambio de habitación de varios pacientes lo que denominan sectorización sin dar más explicaciones y sin indicar a los familiares y cuidadores que les siguieron acompañando durante las horas siguientes, que en realidad estaban agrupando en una planta a aquellos enfermos que se sospechaba que podían estar infectados.
La concejala de IU-Verdes se hizo eco de las denuncias de familiares que se enteraron del positivo por Covid-19 de los pacientes «el sábado, por una llamada de teléfono del Servicio Murciano de Salud (SMS) y no por el hospital privado».
«Estamos hablando de un virus que puede resultar letal y que es extremadamente contagioso, por lo que creemos que pudo haber una actitud negligente a la hora de no alertar a tiempo a familiares y cuidadores cuando, según el propio hospital, desde el miércoles 30 ya eran conocedores del problema», dijo Martín. «Tememos que se perdieran días que fueron claves para que trabajadores, familiares y cuidadores, tuvieran la oportunidad de ponerse en alerta y limitar sus contactos sociales para evitar la propagación del virus en caso de estar ya infectados», aseguró. Martín aseguró que un «brote» que afecta a 64 personas, 44 pacientes, 15 trabajadores y cinco acompañantes, «no surge de la noche a la mañana» e insistió en la necesidad de investigar el suceso hecho público por su formación política el pasado lunes «porque tenemos sospechas de que ya había casos de Covid-19 en el Virgen del Alcázar antes del día 30» y no se actuó adecuadamente. «Si queremos mejorar los protocolos frente al virus y proteger a las personas, especialmente a quienes luchan contra él en primera línea, lo ético no es echar tierra sobre los errores» porque entonces, «se volverán a repetir», advirtió.
Sosa y Martín también denunciaron la derivación de pacientes desde el hospital de referencia, el Rafael Méndez, hasta el Virgen del Alcázar, «sin esperar a los resultados de la PCR», como ha reconocido el propio centro privado. Al respecto, Sosa criticó las declaraciones efectuadas ayer por el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, en las que aseguraba «que está todo controlado» cuando la situación epidemiológica en Lorca es «más que preocupante» y la gestión que está haciendo del Covid-19 «no es precisamente tranquilizadora».