LA ANTIGUA CASA DEL CORREGIDOR.
La antigua Casa del Corregidor, hoy sede de los Juzgados de Lorca, se encuentra ubicada en la Plaza del Caño, junto al Archivo Histórico Municipal y muy cerca del edificio de la Casa Consistorial.
La primera construcción se llevó a cabo en el siglo XVIII, obra de la que aún se conservan algunos elementos como la hermosa arcada de la planta baja y el gigantesco relieve con las figuras de los príncipes Elio y Crota.
A principios del siglo XX esta edificación fue demolida para construir un nuevo inmueble de Estilo Ecléctico, obra del arquitecto Pedro Cerdán.
Edificio hoy desaparecido, existiendo en su lugar la construcción actual, levantada en el año 1979. El valor artístico de este inmueble radica en la pervivencia de elementos arquitectónicos y decorativos pertenecientes a distintas épocas, los cuales se relacionan entre sí con una perfecta armonía.
La Casa del Corregidor, junto a los edificios de la Casa Consistorial, el Archivo Histórico Municipal y la Colegiata de San Patricio, forman uno de los conjuntos históricos y artísticos más importantes de la Región de Murcia. Por ello ha sido declarada Bien de Interés Cultural.
ARQUITECTURA
Esta Casa, conocida también como Casa de Justicia, estaba destinada a ser residencia de los Corregidores, puesto que éstos eran los encargados de administrar la Justicia durante la Edad Moderna.
El actual edificio, construido en la segunda mitad del siglo XX está compuesto por dos cuerpos diferenciados. El principal, que conserva algunos elementos propios de la primera casa del siglo XVIII, permanece adelantado respecto del otro.
De esta época podemos observar en la Planta baja la impresionante arcada, compuesta por cuatro arcos de medio punto realizados en sillería y que apoyan sobre pilares cuadrangulares. La parte superior de los arcos está bellamente decorada con relieves y tondos circulares en los que se representan los símbolos de la ciudad (espada, castillo y llave). También aparecen dos cartelas en las que se narra brevemente el origen de la ciudad. Todo ello queda rematado en el esquinazo por un gigantesco relieve, cuyo autor fue el escultor Juan de Uceta.
En él se representa a Elio y Crota, los míticos fundadores de la ciudad. Se trata de dos figuras que representan a los príncipes troyano Elio y al griego Crota, ambos vestidos con túnica corta y tocados con un gran sombrero.
En las manos, además de las mazas, portan los escudos de la ciudad de Lorca y de la Corona, símbolo de la unión de ambas. Sobre ellos aparece un sol con dos lenguas de fuego, elemento que en la actualidad se ha convertido en el emblema de la ciudad de Lorca.
Ambas figuras fueron realizadas hacia 1750 y se representaron con los atributos propios de los semidioses Cástor y Pólux.
Las Plantas superiores presentan en su fachada lisa ventanas cerradas por balcones realizados en forja, situándose en el piso principal varios balcones corridos de este tipo.
El edificio está rematado por una bonita cornisa sustentada por ménsulas que presentan un bonito trabajo de forja. La edificación presenta además cubierta a dos aguas.
El interior cuenta con todas las dependencias necesarias para llevar a cabo las funciones a las que está destinado el inmueble como sede de los Juzgados de la ciudad de Lorca.
Historia
Durante la Edad Media la sede del Concejo de la ciudad de Lorca estuvo situada entorno al lugar conocido como Puerta de los Santos junto al Pósito de la ciudad, actual Archivo Histórico Municipal. El Concejo estuvo allí ubicado hasta la primera mitad del siglo XVIII, momento en que se decidió la construcción en la Plaza Mayor de un nuevo edificio, más amplio y suntuoso, acorde con las necesidades del mismo.
El traslado del Ayuntamiento a su nueva sede conllevó que, alrededor de 1740, el antiguo edificio fuera cedido para instalar allí la Casa del Corregidor o Casa de Justicia. Con este fin se llevó a cabo una reforma tanto interior como exterior, que dotó al edificio de un interesante balconaje de hierro en sus dos fachadas y de un bello repertorio escultórico.
La casa estaba concebida como un edificio que dialogaba con su entorno, presidido por el nuevo edificio del Ayuntamiento y la Colegiata de San Patricio. Por ello se situaron en sus fachadas los mismos símbolos y alegorías que decoraban estos dos destacados edificios.
En la fachada que daba al Ayuntamiento el escultor Juan de Uceta labró el relieve de la Justicia y la Caridad, en correspondencia con las figuras que adornaban la sede del Concejo. En la que daba a la Colegiata realizó una hornacina en la que colocó una imagen de la Inmaculada.
Lamentablemente estas obras, a excepción de la arcada y el relieve que decora la esquina, fueron destruidas cuando en el año 1905 la Casa fue demolida debido a su estado de ruina. En su lugar se construyó un nuevo edifico de Estilo Ecléctico, obra del arquitecto Pedro Cerdán.
De esta nueva construcción no se conserva nada, ya que fue derribada en la década de los setenta. En el año 1979 se levantó un nuevo inmueble, adaptado ya a las necesidades que la administración de Justicia presentaba en aquellos momentos.
La antigua Casa del Corregidor ha sufrido diversas reformas y reconstrucciones a lo largo de los siglos, desempeñando además funciones de lo más variadas. Así, durante los siglos XIX y XX fue sede de las oficinas de Contribuciones, del Archivo Municipal, de la Guardia Civil, de Correos y Telégrafos, de la Academia de Dibujo, del Archivo Notarial, etc. En la actualidad vuelve a ocupar la función para la que fue construida en el siglo XVIII como Casa de Justicia.
Personajes
Juan de Uceta. Nacido en Baza hacia 1699 y muerto en Lorca en 1771. Fue un conocido tallista, escultor y grabador. Natural de Baza, pasó la mayor parte de su vida en Lorca, donde en 1722 contrajo matrimonio con Jerónima Caballero, hija del escultor Jerónimo Caballero, con el que había colaborado el año anterior en el retablo de la Purísima del trascoro de la Colegial o Colegiata de San Patricio. Entre 1727 y 1731 realizó un crucifijo de talla para colocar sobre el Sagrario de la iglesia de San Pedro.
También realizó el escudo en madera para la Carnicería Mayor en 1738. Pero sus obras más relevantes las realizó en piedra. Así, en 1739 realiza para el edificio del Ayuntamiento cuatro escudos, las estatuas de la Justicia y la Caridad, la imagen en relieve sobre mármol de San José con el Niño y la talla de la hornacina en que habría de ser colocada. De ellas sólo se conservan las estatuas. En 1742 llevó a cabo la decoración de la Fuente del Oro, conjunto decorativo que fue arrasado por la inundación que produjo la rotura del Pantano de Puentes en 1802.
Entre 1747 y 1749 interviene en las Salas Capitulares de la Colegiata, labrando en piedra la fachada, la estatua de San Jorge que la remata y las gárgolas de la cornisa. También talla en madera las puertas y balcones de ésta. En 1755 realiza las esculturas y escudos para la Fuente de Totana. También participó en numerosas obras menores.
