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La artista Yolanda Martínez expone su último trabajo ‘Espacios Convergentes’ en el centro cultural Jose Maria Campoy

Después de trabajar durante años diferentes medios como la madera, la forja, la piedra o el vaciado, Yolanda Martinez se adentra en su primer trabajo en pintura a través de la acuarela consiguiendo una serie coherente y muy satisfactoria para ella. En total 10 piezas donde la artista consigue crear ‘Espacios Convergentes’ gracias a la espontaneidad en su trazo y a una interesante intensidad en el color. Y es que su propósito en esta serie es crear, a través de la experimentación, un nuevo espacio dentro del ya existente.

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La artista Yolanda Martínez expone su último trabajo ‘Espacios Convergentes’ en el centro cultural Jose Maria Campoy.

La artista lumbrerense, Yolanda Martínez, expondrá sus Encuentros convergentes en el Centro Cultural desde mañana hasta el próximo 30 de septiembre. La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Lorca, María Ángeles Mazuecos, que inaugurará a las 20 horas la muestra, destacó que «esta exposición es resultado de la colaboración entre el consistorio lorquino y la Comunidad y que está incluida dentro del Programa de Espacios Expositivos que la Comunidad, a través de la Consejería de Turismo y Cultura viene haciendo durante los últimos años en toda la Región».

La concejala señaló que coincidiendo con la celebración de la Feria de septiembre en nuestra ciudad, vamos a poder disfrutar de la exposición de la artista lumbrerense, Yolanda Martínez, quien mantiene grandes vínculos con nuestra ciudad, ya que, desde hace un tiempo, es monitora de escultura de la Escuela Municipal de Artes Plásticas de Lorca donde transmite sus conocimientos a los interesados en el arte de la escultura. La edil explicó que «Martínez nos ofrece estos días de fiesta, una exposición titulada Encuentros Convergentes, realizada con técnica mixta, cuyos objetivos son la búsqueda de comunicación entre elementos distintos, la potenciación de la imaginación abstracta, el estudio de la capacidad compositiva y, en definitiva, la convergencia, el diálogo, la puesta en común, entre elementos dispares».

Sobre Yolanda Martinez:

Yolanda Martínez (Puerto Lumbreras, 1985). Su primer contacto con el mundo plástico fue a través de la Escuela de Arte de Murcia, formándose en el ciclo de Artes Aplicadas a la Escultura. Durante este periodo trabaja la madera, la piedra, la forja y el molde, desarrollando piezas de interés artístico. La artista lumbrerense obtiene en 2010 una beca para completar su formación en la Universidad de Chile, donde tiene la oportunidad de experimentar en el mundo de la fundición con una persona que le influirá muy positivamente, el profesor Bayron.

En su regreso a España, Yolanda Martínez realiza diferentes exposiciones tanto individuales como colectivas, teniendo la oportunidad de mostrar los diferentes trabajos escultóricos realizados hasta el momento. En su inquietud por descubrir nuevas técnicas y materiales, comienza a experimentar con el plano gracias a su paso por la Escuela de Arte de Lorca. Es aquí donde, con su profesor Juan Jiménez y Antonio Pérez de Tutela, continúa su trabajo plástico, ahora a través de la acuarela. Un nuevo mundo que cautiva.

A pesar de que Yolanda Martínez ha caminado por diferentes Escuelas de Arte, podría definirse como autodidacta por su necesidad de experimentar y crear en el extrarradio académico.

Después de trabajar durante años diferentes medios como la madera, la forja, la piedra o el vaciado, Yolanda se adentra en su primer trabajo en pintura a través de la acuarela consiguiendo una serie coherente y muy satisfactoria para ella. En total 10 piezas donde la artista consigue crear ‘Espacios Convergentes’ gracias a la espontaneidad en su trazo y a una interesante intensidad en el color. Y es que su propósito en esta serie es crear, a través de la experimentación, un nuevo espacio dentro del ya existente.

Para conseguirlo, la lumbrerense busca la comunicación entre dos elementos, en principio independientes como son el negro y el rojo, pero que a través de su manipulación crearán un diálogo, llegando a formar un interesante tándem. Dos colores, cada uno con personalidad y cuerpo propio, que consiguen comunicarse en un espacio convergente. “Dos historias potentes”, explica la autora, “hablan para crear un nuevo espacio a través de un intercambio comunicativo”.