Las TCAE de la Domingo Sastre al borde del agotamiento por la falta de personal en la residencia lorquina.
Trabajadoras de la Residencia de Personas Mayores ‘Domingo Sastre’, en Lorca, han denunciado la situación «insostenible» que se vive en este centro público dependiente del Instituto Murciano de Acción Social, por una acuciante falta de personal.
Sólo en la categoría profesional de Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), hacen falta, al menos, cinco profesionales para cubrir vacaciones de las trabajadoras eventuales y permisos médicos y por cuidados de familiares. También los días de libre disposición y compensaciones horarias que el IMAS adeuda al personal desde el año pasado.
Esto ocasiona que, en el centro, «todos los días se oferten horas extras» para garantizar un adecuado servicio a los residentes. En consecuencia, el personal se encuentra «agotado» por el sobresfuerzo que se ven obligados a realizar, mientras en la bolsa de trabajo del IMAS «hay personas en el paro esperando que les den un contrato de trabajo», dicen los afectados.
La situación se está viendo agravada por el modo en que la administración regional ha decidido cubrir las horas resultantes de la aplicación de la jornada laboral de 35 horas. Los contratos realizados el pasado 1 de enero, que en el caso de la Domingo Sastre son tres, lo son «por circunstancias de la producción» y no «en forma de vacante», que sería lo razonable -y lo legal- para cubrir un déficit que ya es estructural en la plantilla.
Esos contratos sólo tienen una duración de dos meses. De momento, se han prorrogado por otros dos más, aunque sin ninguna certeza de continuidad, como ya está sucediendo en el ámbito del Servicio Murciano de Salud.
Este tipo de contratación posibilita, además, no cubrir bajas médicas. «Dos de los tres trabajadores que firmaron estos contratos han enfermado y no se ha mandado a nadie para que los sustituyan», denuncian desde la residencia Domingo Sastre.
Por si fuera poco, aunque, según el protocolo de implantación de las 35 horas semanales, la residencia lorquina necesitaba la incorporación de 3,8 nuevas trabajadoras, «la administración ha redondeado a la baja y sólo ha ofertado tres contratos, por lo que el resto de horas se van cubriendo como buenamente podemos», dicen desde el centro.
Para la plantilla de la Domingo Sastre, «las carencias de personal se están intentando solucionar a base de parches, la pelota se va haciendo cada vez más grande, y muchos compañeros y compañeras no saben ni cuándo van a poder disfrutar de los días trabajados que se les deben, como si las TCAE no tuviéramos derecho a organizar nuestra vida personal», aseguran.
Las TACE juegan un papel fundamental dentro del equipo de enfermería: ofrecen cuidados especializados y bienestar físico y emocional a personas en situación de máxima vulnerabilidad. «Nos dicen que somos personal esencial, pero, en realidad, quienes deben cuidar de nosotras, que son los organismos para los que trabajamos, y que son públicos, menosprecian nuestro oficio y desatienden los parámetros relacionados con la calidad en el trabajo», denuncian.
Desde la dirección del centro se han puesto todos estos hechos en conocimiento de los responsables del IMAS y de la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad, sin que desde estas instituciones se hayan aportado soluciones por el momento.