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Organizan una Cadena humana para frenar las riadas

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Organizan una Cadena humana para frenar las riadas.

La Plataforma de Afectados por las Inundaciones que anegaron Lorca en septiembre de 2012 van a reclamar con una cadena humana la construcción de un viaducto para elevar la carretera RM-11 (Lorca-Águilas) en un tramo de un kilómetro y así evitar que la calzada impida el paso del agua con lo que se reduciría así el riesgo para la población en caso de nuevas avenidas.

Los afectados van a conmemorar con ese gesto simbólico el tercer aniversario de la riada de San Wenceslao, que provocó víctimas mortales y daños millonarios en la huerta de Lorca el 28 de septiembre de 2012.

En la mañana del cuatro de octubre se formará la cadena humana, por el camino de servicio de la margen derecha de la vía rápida Lorca-Águilas, entre los kilómetros ocho y siete, en el punto de concentración de los puentes de la rambla de Biznaga con la RM-11.
Los damnificados, entre los que hay vecinos de las pedanías de Campillo, Torrecilla, Cazalla, Purias y Riópar, creen que es muy urgente elevar ese tramo de carretera con un viaducto para evitar que la carretera se convierta en «un muro infranqueable» para el agua que discurre por las ramblas, sin apenas pasos de evacuación, tal y como indican.

Según ha denunciado la plataforma, el efecto de muro de contención que hizo la carretera en septiembre de 2012 provocó «una enorme inundación y un estancamiento de agua durante días», algo que causó «daños multimillonarios» en la pedanía de Campillo.

Los vecinos reclamaron esta solución para minimizar los efectos de las riadas en su zona cuando fue construida la RM-11 hace 24 años, aunque la Dirección General de Carreteras desestimó entonces la petición alegando «un alto incremento en el coste de la obra».

Transcurridos casi 25 años y al cumplirse tres de la última catástrofe, los vecinos retoman su solicitud después de que la Confederación Hidrográfica del Segura «haya paralizado el deslinde de la rambla de Biznaga –causante de la riada de 2012– en el tramo de Campillo, el más necesitado de un cauce en condiciones» que evacúe el agua en caso de precipitaciones torrenciales.