UNA MONEDA JUDÍA EN EL CAJÓN
Cuando bajo a abrir, me encuentro a un señor mayor que me da los buenos días y me pregunta por el director. Después de saludarlo y decirle que estaba hablando con el director, le pregunto que deseaba. A lo que me contestó: “Pues mire, el otro día me encontré en uno de los cajones de mi casa está moneda y he pensado en entregarla, ya que lleva una estrella de David y puede ser de aquellos tiempos en los que judíos habitaron en Lorca”.
Le invité a pasar a la biblioteca para que me enseñara la moneda, teniendo en cuenta que podría tratarse de un “chavo marroquí”, ya que en otras ocasiones había ocurrido algo parecido: Efectivamente, cuando la dejó sobre la mesa pude comprobar que se trataba de ese tipo de moneda, así denominada en España cuando empezaron a aparecer traídas por los soldados que habían participado en las Guerras de África, entre España y Marruecos. Ante lo ilusionado que parecía el hombre con su hallazgo y antes de darle mi opinión sobre la moneda, pensé rápidamente como hacerlo para no decepcionarlo. Comencé diciendo: “Se trata de una moneda de Marruecos que tiene más de 100 años de antigüedad, es cierto que lleva una estrella de David y si le damos la vuelta se pueden ver tres números 126, faltaría un cuarto número que indicaría con una cifra de cuatro números cuando fue acuñada”. Fue entonces cuando Pedro, que así era como se llamaba el señor, me dijo expectante “entonces es muy antigua, con muchos más años de los que usted me ha dicho”. A lo cual le respondí, “la fecha que aparece en la moneda está tomada con el calendario musulmán que comenzó el año 622 de la era cristiana, cuando Mahoma y los primeros musulmanes se trasladaron de La Meca a Medina”. Entonces me preguntó: “¿cuantos años tiene?”, a lo que contesté “habría que añadir 622 a la fecha que pone la moneda que si suponemos es 1266, la moneda sería de 1888, por lo tanto tendría 134 años”. Como me imaginaba, me preguntó a continuación, “¿pero entonces es una moneda judía?”. “Pues no”, le contesté, añadiendo: “La estrella de David y el sello de Salomón, no eran símbolos nacionales exclusivos de los judíos cuando se realizó esta moneda, que fue acuñada, al igual que otras muchas más, por el rey de Marruecos Suleimán, cuando su país tenía una situación económica malísima y no se podían acuñar los suficientes dirhams de plata”. Algo decepcionado me dio las gracias y se despidió.
Mi primer contacto con este tipo de monedas fue en el año 1991, cuando estuve catalogando la colección del monetario Espín en Madrid para su donación al Ayuntamiento de Lorca por Dª Carmen Ayala Gabarrón. Recuerdo que cuando llegamos a una estantería donde estaban estas monedas extranjeras, mi amigo Gonzalo Matilla que me había acompañado a catalogar la colección, me comentó que se trataba de feluses marroquíes, acuñados por los reyes de Marruecos desde finales del siglo XVIII hasta el siglo XIX.
La estrella de David fue empleada por los árabes a lo largo de la Edad Media para la decoración, tanto de pinturas murales como de cerámicas y otras piezas, un maravilloso ejemplo de sus uso, se puede contemplar en el Museo Arqueológico Municipal de Lorca, en la decoración estampillada de la tinaja procedente de las excavaciones llevadas a cabo en la iglesia de las Madres Mercedarias (Lorca). Una pieza viajera que por su valor y excepcionalidad ha participado en diversas exposiciones temporales, pudiendo desatacar las llevadas a cabo en el Museo del Louvre y el Museo de la Alhambra de Granada.