La asociación de vecinos Virgen de la Piedad de Zarcilla de Ramos ha iniciado una campaña de recogida de firmas para reclamar un embalse junto al río Luchena con el fin de aprovechar su caudal en caso de incendio, como el ocurrido el pasado día 6 en la sierra del Almirez. El fuego se dio por extinguido el pasado sábado y arrasó 267 hectáreas de zona boscosa de gran valor ecológico, con pinares, sabinares y retazos de carrascal.
La presidenta de este colectivo, Pilar Ruzafa, dijo a ‘La Verdad’ que al no existir bocas de incendio en la pedanía, las brigadas de extinción «tuvieron que recurrir a los embalses de los ganaderos, que se han quedado secos». Los vecinos no entienden «por qué no se utiliza el río como una zona de acopio de agua para casos como éste», ya que el Luchena se encuentra «en el corazón de la sierra».
Aclaran que su propuesta no supondría modificar el cauce del río, porque «solo queremos un embalse donde el helicóptero pudiera llegar y cargar agua», dijo Francisco Ruiz, mientras estampaba su firma en el pliego. «Ya tenemos muchas firmas, la gente está muy concienciada» afirma convencido. También piden en el escrito que se mantenga un nivel mínimo de agua en el embalse de Valdeinfierno, que actualmente «está completamente seco», dijo Ruzafa.
La recogida de firmas, que se inició en Zarcilla de Ramos, se ha extendido a otras pedanías del norte del municipio, como La Paca, Coy y Doña Inés. La petición de los habitantes de la zona no es nueva, ya en 2009 se dirigieron a la Confederación Hidrográfica del Segura CHS solicitando el embalse, pero sin éxito.
El Ayuntamiento, por su parte, estudia la viabilidad de crear nuevos depósitos y balsas que faciliten el suministro de agua en caso de incendio en las pedanías del norte. También, disponer de depósitos con mayor capacidad en la base de emergencias de Zarcilla de Ramos. En los que existen actualmente solo caben 2.400 litros por lo que su autonomía se limita a la extinción de conatos, asegura el concejal de Emergencias, Juan Miguel Bayonas.
Al pie del cañón
Todo ha vuelto a la normalidad en la sierra del Almirez, una vez que el sábado se diera por extinguido el incendio y a la espera de que en septiembre comiencen los trabajos de retirada de madera quemada para proceder después a nuevas plantaciones. Pero la labor preventiva continúa. El retén forestal con base en Zarcilla de Ramos, formado por una brigada de seis personas, dos técnicos y el piloto del helicóptero de emergencias, prosigue con sus labores diarias de inspección. Forman parte del Plan Infomur y permanecerán en la zona hasta el 15 de octubre. Sin embargo, el retén del servicio municipal de emergencias, compuesto por dos agentes, continúa en la base durante todo el año para atender cualquier incidencia que se pudiera producir en la zona.
Ayer, acompañados del concejal de Emergencias, inspeccionaban el lugar donde se originó el incendio causado por un rayo. El agente Cristóbal del Río asegura a ‘La Verdad’ que, «si no hubiéramos estado tan cerca, habrían ardido más hectáreas de monte, actuamos muy rápido». Añade que «los cambios de viento eran frecuentes, vimos cómo el fuego subió por la sierra, desde donde cayó el rayo, haciendo efecto chimenea y comprendimos que con nuestros medios no iba a ser suficiente». La labor de Protección Civil fue que las llamas no cruzaran el monte desde el primer foco, evitando un desastre mayor en esta zona con árboles autóctonos de gran porte.
