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Ayuntamiento y AECC cambian cigarros por claveles con motivo del Día Mundial sin Tabaco

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Ayuntamiento y AECC cambian cigarros por claveles con motivo del Día Mundial sin Tabaco.

Dos mesas informativas instaladas en Alameda de la Constitución y Huerto de la Rueda (coincidiendo con la celebración del mercado semanal) difunden las fatídicas consecuencias del hábito tabáquico contra la salud.

La Concejal de Sanidad y Consumo en el Ayuntamiento de Lorca, María del Carmen Ruiz, junto a la Presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer, Carmen Orovio, han participado en los actos de concienciación que se desarrollan durante la jornada de hoy con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco. Para esta fecha se han instalado dos mesas informativas situadas en Alameda de la Constitución y la entrada principal de acceso al Huerto de la Rueda, un enclave especialmente transitado esta mañana por la celebración del tradicional mercado semanal. En estas mesas se difunde a todos los ciudadanos una serie de impresos que contienen recomendaciones para dejar de fumar, además de los perniciosos efectos que el hábito tabáquico tiene contra nuestra salud.

La Edil de Sanidad ha indicado que para llamar la atención de los fumadores se intercambiarán 300 claves por cigarrillos. Hemos de destacar que este año profesionales de todos los centros de salud del área III participan en acciones formativas para promover el abandono del tabaco. Se trata de una iniciativa de la Consejería de Salud que se va a desarrollar entre los meses de octubre a junio del año que viene. El objetivo es promover el abandono del tabaco entre sus pacientes con sesiones formativas en las que trabajarán aspectos como la motivación y la gestión del cambio de conductas.

El lema de 2018 esTabaco y cardiopatías, una campaña que busca llamar la atención sobre la relación entre el tabaco y las cardiopatías y otras enfermedades cardiovasculares, que son las principales causas de muerte en el mundo.

Desde el Ayuntamiento se informa de los riesgos del tabaquismo activo y pasivo, y la necesidad de promover espacios libres de tabaco en distintos entornos y a favorecer la ayuda a la cesación tabáquica. Se trata de abogar por el respeto de zonas totalmente libres de tabaco y humo. Los fumadores deben saber que en los espacios con humo de tabaco se respiran productos químicos que provocan cáncer como Formaldehido (usado para embalsamar cadáveres), Benceno (presente en la gasolina), Polonio (radiactivo) y Cloruro de Vinilo (utilizado en la elaboración de tuberías). Estos ambientes, además, presentan concentración de metales tóxicos como Arsénico (pesticidas), Cromo (acero), Plomo (pinturas) y Cadmio (baterías). Otros gases venenosos de estos espacios son Monóxido de Carbono (gases de escape), Ácido Cianhídrico (armas químicas), Amoniaco (limpiadores) y Tolueno (disolventes).

El porcentaje de jóvenes que fuma a diario ha descendido del 8 al 6,8 por ciento en los últimos dos años en la Región. La deshabituación tabáquica es uno de los principales objetivos de las administraciones públicas. Para facilitar la metodología de trabajo en los centros de salud se ha editado una guía que ayudará a los profesionales a prestar apoyo y tratamiento a las personas que desean dejar de fumar, promover el desarrollo de una política común sin tabaco en los servicios sanitarios y potenciar los espacios sin tabaco con el cumplimiento de la legislación vigente.

Cabe destacar que se ha registrado un descenso del número de jóvenes de entre 14 y 18 años que, según la última Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias ESTUDES 2017, fuma a diario en la Región. Esta cifra ha descendido desde el 8 por ciento de fumadores diarios en 2014 al 6,8 por ciento de 2017, por debajo de la media nacional, del 8,8 por ciento. Se trata de un dato muy esperanzador, teniendo en cuenta que hace sólo unos años, en 2000, se elevaba hasta el 24,8 por ciento de los jóvenes de entre 14 y 18 años.

Entre la población adulta (15 años o más) el consumo de tabaco diario en la Región es del 25,6 por ciento, dos puntos por encima de la media, del 23 por ciento, según la Encuesta Europea de Salud en España correspondientes a 2014. La edad de inicio del consumo se sitúa en España y en la Región en torno a los 14 años. El tabaquismo es el principal factor de riesgo evitable de cáncer y el que provoca más muertes por esta causa. El tabaco está directamente relacionado con el 90 por ciento de los casos de cáncer de pulmón y con la mitad de los de vejiga, además de boca, labios, lengua, laringe y faringe, estómago, esófago, páncreas, riñón, útero, colon y de recto, hígado, mama, ovario y ciertas formas de leucemia.El tabaco mata a más gente que el sida, las drogas ilegales, los accidentes de tráfico y el alcohol juntos.

El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco con el fin de poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) centra este año la celebración del Día Mundial Sin Tabaco en las repercusiones del consumo de tabaco en la salud cardiovascular de las personas en todo el mundo. El consumo de tabaco es un factor de riesgo importante de cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y vasculopatía periférica. A pesar de que se conocen bien los daños para la salud cardiaca que provoca el tabaco y de la disponibilidad de soluciones para reducir la morbimortalidad que ocasiona, amplios sectores de la población desconocen que es una de las principales causas de las enfermedades cardiovasculares.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, y el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno contribuyen a cerca del 17% de las defunciones por cardiopatías. El consumo de tabaco es la segunda causa de enfermedades cardiovasculares, después de la hipertensión arterial. La epidemia mundial de tabaco causa cada año más de 7 millones de defunciones, 900.000 de las cuales corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno. Cerca del 80% de los más de 1000 millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos medianos y bajos, que son los que soportan la mayor carga de enfermedad relacionada con este producto.