El Casino Artístico y Literario de Lorca es un edificio de singular belleza ecléctica, cuyos planos debieron realizarse bajo la dirección de Manuel Martínez, maestro autóctono que creó un ambiente inspirado en el más puro estilo lorquino.
La necesidad de espacios de reunión y recreo para la alta clase social de la ciudad, propició la construcción de este Casino Artístico y Literario en el desamortizado Hospital de San Juan de Dios.
En el interior del edificio encontramos dos espacios destacados: el vestíbulo de entrada, que posee un gran lucernario y una escalera imperial, y el Salón de Baile, en el que destacan las pinturas decorativas realizadas por Francisco Cayuela, Luis Tornero y Sánchez Carlos, así como los relieves de Blas Latorre.
Dirección: CALLE PIO XII, 33 30800.Lorca. Anteriormente denominada calle Posada Herrera.
HISTORIA
La sociedad del casino fue fundada en 1847, aunque el edificio se levanta sobre el solar del desamortizado convento de San Juan de Dios, del que se conservan algunos restos en la planta baja.
El edificio es en su exterior uno de los más claros ejemplos del eclecticismo provinciano y señorial, al que los materiales tradicionales le dan un fuerte aire local. Los complementos de las artes industriales y aplicadas introducen unas notas de calidad especialmente en la puerta y vestíbulo principales.
El conjunto del edificio resulta de empaque en relación a la antigua escala de la ciudad, donde no escaseaban las grandes mansiones. Valiéndose de algunos elementos clasicistas, como frontones en los balcones de la planta noble y entrada, dan al casino la expresión de las tradiciones arquitectónicas vernáculas. El eclecticismo no necesitaba recuperar las tradiciones artesanales porque éstas apenas habían variado desde el siglo XVII, con una interpretación indígena del eclecticismo, al igual como había sucedido en el barroco lorquino en muchas obras relacionado con el barroco sudamericano.
De su interior destacan el patio de luces, cubierto con una estructura de madera y cristal, la escalera de tipo imperial y el salón de baile, modernista, reflejo de una ambientación festiva conseguida por medio de la claridad armónica de los colores del conjunto.
El motivo por el cual se construye el Casino de Lorca fue la creciente necesidad, por parte de las clases sociales más altas de la ciudad, de tener lugares de reunión y entretenimiento. A finales del siglo XIX la gente se cultivaba acudiendo a cafés y círculos ateneos, donde discutían temas artísticos e intercambiaban ideas, así que no resulta extraño esa imperiosa necesidad de crear nuevos centros de reunión para la élite de la sociedad lorquina.
En 1845 se redactan las primeras actas del Casino, donde aparecen los nombres de los socios que formaron la sociedad fundadora.
Estatutos
En los primeros estatutos del Casino se refleja claramente la intención de que este edificio tuviera como funciones principales entretener, con bailes, reuniones y conciertos, y estrechar las relaciones entre todos sus socios. Así mismo se excluye todo carácter político y se establece una cuota de entrada de 15 pesetas. También se establece el número de bailes que debían realizarse anualmente: un baile en la Pascua de Navidad, en año nuevo, en reyes, en Candelaria y dos en Carnaval.
Como en todo casino de finales del siglo XIX, estaba prohibida la entrada de mujeres, aunque si podían hacerlo en determinados acontecimientos y, por supuesto, siempre acompañadas de sus maridos.
El Casino de Lorca sufrió un embargo a finales del siglo XX, propiciando su declive. Sin embargo, los socios y el presidente actual, don Fernando Cuadrado, revitalizaron este centro programando foros de conferencias y reuniones culturales, creando, con el apoyo de las autoridades, el I Premio de Novela Corta del Casino de Lorca a nivel nacional.
Actividades
El Casino cuenta en la actualidad con 295 socios. En este centro se realizan diversas actividades en zonas como: la Sala de Lectura, que continúa teniendo su función, o el Salón de Dominó, que está siendo decorado con obras de gran formato realizadas por autores lorquinos y en las que aparecen reflejados diferentes rincones o vistas de Lorca.
El Salón de Juego continúa utilizándose para diversos juegos de mesa: dominó, cartas y senas, de origen medieval y al que aún juegan algunos lorquinos.
El Casino es utilizado como lugar de reunión de los presidentes de los pasos de Semana Santa lorquina, y lleva desde el año 1999 realizando el Premio Internacional de Novela Corta ‘Casino de Lorca’. También existe un Club de billar del Casino que ha ganado numerosos premios, internacionales incluso.
ARQUITECTURA
Antiguo Hospital de San Juan de Dios
El edificio del Casino de Lorca fue levantado sobre el antiguo Hospital San Juan de Dios en 1847. De planta rectangular, fue planteado como una estructura de dos pisos, reservándose el inferior a locales comerciales y conservándose restos del primitivo edificio.
El presidente de la sociedad propietaria, don Félix José Frías, solicitó la autorización para arreglar la fachada en 1884. Algunos de los elementos utilizados en la decoración de dicha fachada, como los frontones situados sobre los balcones y la entrada, son de estilo clasicista, aunque en el edificio existen otros elementos claramente modernistas.
La fachada se finalizó en 1885, aunque las remodelaciones realizadas en el interior no terminarían hasta 1914-16, fecha de culminación del Salón de Baile.
La mayor parte del edificio, realizado según la tradicional arquitectura lorquina, ha sido atribuido al maestro autóctono Manuel Martínez.
El interior del Casino
Al interior se accede a través de una holgada entrada de recias puertas y un cancel de madera y cristal, al estilo de las casas solariegas de la ciudad, permitiendo el acceso al vestíbulo o hall. Existen dos patios que proporcionan iluminación, además de articular y ordenar el espacio interior.
El patio principal está situado en el vestíbulo, rodeado de los balcones de las dependencias que giran a su alrededor. Un segundo patio interior era utilizado en épocas estivales.
En el centro del hall hay una escalera de mármol de estilo imperial, flanqueada por dos curiosas lámparas de fundición, que representan a dos figuras egipcias con la cabeza inclinada que sostienen dos globos de cristal. Estas lámparas, de clara influencia francesa, tienen una actitud de reverencia hacia el visitante que accede al Casino. La barandilla de la escalera es de bronce y con un pasamanos de madera. El gran lucernario del vestíbulo es de cristal y madera, proporcionándo una gran luminosidad a la entrada.
El Salón de Baile
El Salón de Baile constituye una de las zonas más destacadas del Casino. Se reformó durante los años de la Primera Guerra Mundial en un estilo neo-rococó, aunque con cierto aire modernista.
Fueron cuatro los artistas que participaron en la decoración del Salón: el artesano local Blas Latorre con relieves de escayola, pilastras y molduras modernistas, el totanero Sánchez Carlos con cuadros que representan las alegorías de el teatro, la danza, la música y temas relacionados con el mundo modernista (de la alegoría de la danza se ha dicho que es una copia de la pintura de la Ópera Cómica de París), en las sobrepuertas existen pinturas pertenecen al artista Luis Tornero, y como colofón del Salón el techo está decorado con una pintura de tintes regionalistas y de mayor calidad, perteneciente al artista lorquino Francisco Cayuela.
Las reformas más recientes han sido las del tejado, la Sala de Lectura y el Salón de Juego. Este último se ha decorado con obras de gran formato realizadas por diversos autores lorquinos, en las que aparecen reflejados diferentes rincones o vistas de Lorca. Pendientes están las reformas del hall, el Salón de billar y el cambio de mobiliario por otro similar.
Actualmente tiene la incoación de Bien de interés cultural, de forma conjunta con el Palacio de los Condes de San Julián, la Iglesia de San Mateo y el Palacio de Guevara, este último ya declarado Bien de Interés Cultural de forma individual.