La existencia de primeras Cofradías de Semana Santa en Lorca se remonta al siglo XVI, si bien pudieron existir también en época bajo medieval. Los actos que desarrollaban estas congregaciones religiosas tenían un fin específico de penitencia, pero también de veneración de la Pasión y Muerte de Cristo. Los cultos y desfiles procesionales de carácter penitencial más importantes tenían lugar durante el Jueves y Viernes Santo.

La Real y Militar Orden de la Merced se estableció en Lorca en el siglo XIII a instancias de Jaime I, benefactor de esta congregación. Fue este rey de Aragón quien tuteló la fundación mercedaria que acompañaba a las tropas catalano-aragonesas que estaba especialmente dedicada al rescate de cristianos cautivos. En Lorca el convento de la Merced, el primero fundado en la ciudad, se ubicó en el interior de la fortaleza del castillo hasta que a finales del XV construyeron su nuevo convento junto a la puerta de San Ginés, cercano al río. La cofradía penitencial de esta orden mercedaria masculina estaba bajo la advocación de la Virgen de la Soledad.

El segundo convento fundado en Lorca fue el de los frailes menores de San Francisco de Asís, en 1466, con el título de Nuestra Sra. la Real de las Huertas, sito en la barriada del mismo nombre, en las afueras de la ciudad. Los franciscanos acompañaban a las tropas castellanas y dedicaban su acción pastoral a cuestiones morales, y promovieron el ejercicio público del vía crucis como guardadores de los santos lugares. El convento de San Francisco erigido posteriormente junto a la Puerta de Nogalte fue sede desde finales del siglo XVI de la cofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo, en principio fundada en Santo Domingo hasta que decidió trasladarse a la Iglesia de San Francisco, donde permaneció hasta la desamortización del siglo XIX. Esta iglesia es actual sede del Paso Azul o Hermandad de Labradores.

La tercera cofradía surgida en Lorca también en el siglo XVI es la de Nuestra Señora del Rosario, vinculada a la orden de predicadores, que se constituyó en el convento de Nuestra Señora de la Piedad, Santo Domingo. Junto a la capilla del Rosario, es hoy la sede de esta archicofradía, Paso Blanco.

Estas tres primeras cofradías penitenciales o de Semana Santa surgieron vinculadas a los conventos masculinos de la ciudad. Habrá que esperar a posteriores centurias para que se creen otras cofradías, entre ellas las primeras cofradías gremiales.

En la actualidad, son seis las cofradías lorquinas, aquí llamadas Pasos, en la que se integran los lorquinos principalmente por tradición familiar. Cada Paso es popularmente conocido por el color de sus túnicas –Azul, Blanco, Encarnado, Morado, Negro de la Curia y Resucitado-, y se organiza de manera interna con una Junta Directiva, cofrades, mayordomos, portapasos, costaleros, camareras o damas de las Vírgenes. Por lo general, la tareas que desarrollan se llevan a cabo mediante grupos de trabajo en las llamadas comisiones, cuyos equipos suelen estar a cargo de un miembro de la Junta Directiva.