CUANDO LOS CABALLOS GALOPAN SOBRE PUNTADAS EXCELENTEMENTE BORDADAS.
La biga de combate que conduce el faraón Siamón quiere salir del tondo circular y llegar la primera a la carrera tirada por briosos caballos bien enjaezados. Vuelan las plumas de los penachos y los flecos de los mantones, giran las ruedas deprisa y salta la biga en el fragor del combate. Se llena el fondo con la tierra que salta al aire dejando ver apenas las sombras de las otras bigas con sus aurigas.
Se ha bordado el movimiento, la ligereza del carro, el fragor de la batalla y mientras miramos el pequeño bordado, sentimos como salen disparadas las gotas del sudor de los arrojados corceles. Y en el silencio de la gran sala del Museo de Bordados del Paso Blanco, creemos oír los gritos del faraón sacudiendo las bridas de los caballos.
Lo que no vemos son las finas agujas siendo enhebradas con hilos de sedas de colores para crear este espléndido bordado, las horas de asiento en el taller Virgen de la Amargura, la vista fija en cada puntada sobre el terciopelo y como se mueven las expertas y primorosas manos de las bordadoras del Paso Blanco. Tampoco vemos el tiempo previo, pensando y planificando como hacer este bordado por los miembros de la Comisión Artística del Paso Blanco. Es un lujo ver como se va bordando el movimiento, el color, los matices, las sombras, el detalle y como se crea una obra bordada con arte para vestir a uno de los personajes de la procesión del Paso Blanco.
Si quieres disfrutar de esta bella creación, no dudes en acércate al inigualable Museo de Bordados del Paso Blanco. Te esperamos en el Mubbla, donde harás la visita con todas las medidas que ofrecen seguridad y saborearás mucho arte bordado en oro y sedas.
