Diputación de COY, tierra de vino y artesanía.
Coy es un pueblo de la Región de Murcia, España y pedanía perteneciente al municipio de Lorca. Situada al norte del municipio, formando parte de las denominadas «Tierras Altas». Situado a 39 km al norte de Lorca, limita con los municipios de Cehegín y Mula.
Es la diputación situada más al norte de todas las que conforman el término municipal de Lorca. Se trata de una pedanía de gran tradición artesana, entre la que destaca la de carácter textil (jarapas, alfombras…). Su economía agraria se basa fundamentalmente en la vid y el olivo, si bien también encontramos algunas áreas de regadío donde aparecen cultivos de huerta. Fruto de esta especialización agrícola, también existe producción de vinos artesanos de gran calidad.
Limitando con los municipios de Cehegín y Mula, y a casi 40 km al norte de la capital municipal de Lorca, se sitúa la diputación de Coy, con una altitud de más de 850 metros que propicia en invierno el poder llegar a ver su entorno natural nevado.
Coy aún conserva tradiciones artesanales como la fabricación de jarapas que, unida a los cultivos de vid y las plantaciones de olivos, pequeñas cabañas ganaderas y una creciente oferta de turismo rural, conforman la base económica de esta diputación de algo más de quinientos habitantes.
La historia de esta localidad la ha dotado de un patrimonio muy rico, tanto por sus yacimientos arqueológicos argáricos, ibéricos y romanos, como por su iglesia parroquial del XVIII que aún conserva en su interior las pinturas murales que la ornamentan.
Además de un entorno natural de gran belleza, como la Sierra de Lavia, Coy disfruta de zonas urbanas acondicionadas, como una playa artificial que ayuda a soportar los rigores estivales a vecinos y turistas que visitan la localidad.
Los vecinos de Coy celebran fiestas locales en honor de su patrona, la Virgen del Rosario, y de su patrón, San José, celebraciones que reúnen a sus vecinos con celebraciones tradicionales como las verbenas y el baile en la plaza del pueblo.
Su población se concentra casi en su totalidad en el núcleo de Coy, sumando un total de 506 personas, que referidas al total de la superficie nos da una baja densidad de ocupación del territorio con 17,7 habitantes por kilómetro cuadrado. Su población, muy estable en los últimos 11 años, se encuentra bastante equilibrada en la distribución por sexos.
Datos de Interés:
Ocupado desde la Edad Antigua, Coy posee gran cantidad de restos arqueológicos como el Cerro de Las Viñas, un yacimiento Neolítico y poblado argárico de la Edad del Bronce declarado de interés internacional. La Fuentecica, una necrópolis íbera donde se halló el famoso pilar-estela, y el Villar, una villa romana donde apareció la escultura del dios romano Mercurio, también son de gran interés.
Otros puntos de interés del municipio son la iglesia barroca de San José de Coy, el centro de interpretación etnológico y arqueológico, situado en un edificio del siglo XVIII; y el mojón de piedra del siglo XVIII, de tres metros de alto y noventa centímetros de ancho, situado en el Puerto del Aceniche.
La economía se basa en la artesanía textil, siendo de especial importancia la fabricación de jarapas y alfombras. En agricultura destaca el cultivo de la vid, de la que se elabora un excelente vino artesanal, así como el de almendros y productos de huerta.
Etimología
El vocablo «Coy» deriva del latín «collis», su significado es colina o cerro, de aquí que existan nombres de sierras en el que se incluye dicho vocablo (Sierra de Ascoy, Carrascoy, etc.)
No obstante el verdadero origen del nombre se debe al asentamiento de los judíos de la diáspora, quienes llevaron consigo un grupo de sacerdotes llamados cohen, en plural cohanim, los cuales eran llamados por los nativos cohiim y luego latinizado quedó coy. La raíz de coy es tanto judía como latina, pues el grupo hasid fue el que le llamó a esta zona sefarad (abdias 1:20).
existe creencias que aseguran que coy como apellido hace referencia a los hijos de los desaparecidos esenios.
Relieve
La población está ubicada en la pendiente del Cabezo de Coy, en las estribación sur de la Sierra de la Lavia, junto al nacimiento de manantial de agua, con orientación suroeste. A sus pies comienza un altiplano (Altiplano de Coy) con ramblas que permanecen secas todo el año y que configuran el nacimiento del Río Turrilla (afluente del Guadalentín).
Clima
La ubicación en el altiplano hace que su clima sea mediterráneo con inviernos fríos, algunos años puede verse nevar. Los veranos son calurosos durante el día y temperaturas suaves por la noche. Las pocas lluvias suelen darse en primavera y en otoño con un clima muy suave.
Población
La población se concentra en su totalidad en el núcleo de Coy, sumando un total de 512 personas, que referidas al total de la superficie nos da una baja densidad de ocupación del territorio con 17,7 habitantes por kilómetro cuadrado. Su población, muy estable en los últimos 11 años, se encuentra bastante equilibrada en la distribución por sexos.
1950 | 1960 | 1970 | 1980 | 1990 | 2000 | 2005 | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
782 | 767 | 683 | 516 | 503 | 506 | 512 |
2007 | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 | |
Lorca | 89.606 | 90.924 | 91.906 | 92.694 | 92.869 | 92.865 | 92.718 | 91.759 | 91.714 | 91.730 |
Coy | 476 | 458 | 439 | 421 | 425 | 391 | 385 | 376 | 374 | 369 |
Historia
Coy tiene en sus alrededores y casco urbano la evidencia de haber sido un lugar poblado desde la Edad del Bronce hasta nuestros días, con períodos históricos que la convirtieron en un enclave de gran importancia. Los yacimientos arqueológicos del Cerro de las Viñas, La Fuentecica y El Villar pueden ser visitados para descubrir poblados y necrópolis argáricas, así como restos de hábitats ibéricos y romanos. Durante la Edad Media, y dada su cercanía a Caravaca, el territorio de Coy llegó a ser un enclave muy apreciado por la Corona castellana que, a lo largo de los siglos posteriores a la Reconquista, lo incluyó en los distintos repartos que fue efectuando.
Edad Antigua
Conocido desde la antigüedad, posee gran cantidad de restos arqueológicos como el Cerro de Las Viñas, yacimiento Neolítico y poblado argárico de la Edad del Bronce declarado de interés internacional; La Fuentecica, necrópolis íbera donde se halló el famoso pilar-estela, conocido como el León de Coy (Museo de Arqueología de Murcia); la Tejerica; el Villar, villa romana donde apareció la escultura del dios romano Mercurio (Museo Arqueológico Municipal de Lorca) y el poblado tardo-romano del cerro del Calvario (cerro de Coy).
Edad Media
Con la dominación musulmana fue una villa del Reino de Murcia que se dedicaba a la agricultura, su castillo controlaba un extenso territorio. Tras la Reconquista, se convirtió en un territorio frontera con el Reino de Granada, la villa mudejar quedó casi despoblada; Alfonso X El Sabio lo hizo depender de Lorca perdiendo parte del territorio que pasó a la Encomienda de Caravaca (Campo Coy), se destruyó su castillo y pasó al señorío de Sancho Manuel (alcaide de Lorca).
Edad Contemporánea
En el siglo XVIII, como señorío de los Riquelme era el tercer centro más importante del municipio después de Lorca y Puerto Lumbreras llegando a poseer hasta un convento. Sus minas de plomo y plata fueron agotándose y por la falta de comunicación ha quedado olvidado y rezagado al progreso. En el siglo XX perdió parte de su territorio al independizarse las pedanías vecinas que constituían el Campo de Coy.
Tenemos noticias de Coy en diversos episodios posteriores a la Reconquista del territorio por el Rey Alfonso X, si bien se trata de noticias que documentan a la actual Diputación como una más de las plazas fuertes del Rey castellano dentro del extenso y muy apreciado territorio lorquino. Cuando en 1266 ondea ya el pendón castellano en la multitud de fortalezas que se extendían por Lorca, sabemos que en Coy vivían entre 15 y 20 familias moras, lo que indica que las cualidades naturales de su territorio favorecían el establecimiento y desarrollo de la zona.
Coy vuelve a aparecer en documentos de los siglos XIII hasta el XVIII, siendo una de las áreas que gozó de gran aprecio por sus distintos administradores, ya que tuvo varios señores como propietarios, entre ellos el hijo del infante Juan Manuel, Sancho Manuel, durante el siglo XIV. Las minas de plata y plomo fueron un recurso muy requerido durante varios siglos hasta su total agotamiento.
En 1722 fue construida la actual ermita dedicada a San José, si bien su primera advocación fue la de San Antonio Abad, debiéndose la construcción al interés del cardenal Belluga. Por los mismos años Coy formó parte del mayorazgo de los Riquelme. Posteriormente, en torno a 1770 esta zona se integraría en un proyecto de colonización de tierras altas, que aún quedaban por labrar, detentadas por grandes familias de terratenientes.
Esta dependencia de las tierras de Coy de la administración de sus propietarios hipotecó de alguna manera su futuro. Durante el siglo XIX los campos de la Diputación siguieron inmersos en una economía de subsistencia, y durante el XX la falta de desarrollo de infraestructuras de comunicación determinó la despoblación del territorio. Hoy día, Coy aprovecha sus tradiciones y entorno natural para ofrecer un lugar de descanso a sus visitantes, al tiempo que reconstruye poco a poco sus centenarias fachadas, con la aspiración de dar a conocer su secular patrimonio.
Economía
La economía se basa en artesanía textil con la fabricación de jarapas y alfombras. En agricultura destaca el cultivo de la vid, de la que se elabora un excelente vino artesanal, el almendro y productos de huerta. En ganadería podemos mencionar la existencia de varias granjas de cerdos y pollos así como ganado ovino. Últimamente el floreciente turismo rural ha tomado relevancia haciéndose parte importante en la economía del pueblo. Se ha abierto el albergue Casa Grande, la Playa Artificial y varias casas rurales que reciben turismo internacional, promovido por el ayuntamiento de Lorca, municipio al que pertenecen, y turismo nacional con sus psibilidades de turismo rural.
Monumentos
- El propio pueblo de Coy en sí es un núcleo medieval situado en la ladera de un cerro con calles estrechas, cuestas y callejones.
- Cerro de Las Viñas (Poblado argárico).
- Iglesia de San José de Coy (barroca).
- Centro de interpretación etnológico y arqueológico, situado la Casa Grande, edificio del siglo XVIII.
- Mojón de piedra del siglo XVIII de tres metros de alto y noventa centìmetros de ancho, situado en el Puerto del Aceniche, en el que confluyen los términos municipales de Cehegín, Mula y Lorca.
Personas relevantes
María Rosario Salinas Fernández
Los vecinos de Coy son unánimes a la hora de reconocer una de las personalidades que cuenta con su afecto y respeto, se trata de la coyna María Rosario Salinas Fernández, Catedrática del Área de Química Agrícola de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad de Castilla la Mancha desde el año 1999.
La Doctora Salinas regresa a Coy siempre que tiene ocasión, rememorando de algún modo su infancia en la localidad, ya que a pesar de haber sido enviada a los 8 años a la capital municipal de Lorca para estudiar con las madres Mercedarias, su estancia en aquel colegio sólo fue de tres meses, regresando a su pueblo natal para estudiar hasta tercero de bachiller en la modalidad libre, presentándose a los exámenes en el instituto femenino J. Ibáñez Martín de Lorca.
Prosiguió su formación como interna en el colegio lorquino de San Francisco, completándolos más tarde en el Ibáñez Martín. Su buena aptitud para los estudios quedó demostrada con un premio extraordinario durante la reválida de sexto curso.
Estudios superiores y de posgrado
Realizó la licenciatura de Químicas en Murcia y durante su tesis doctoral trabajó en el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura de Murcia, así como en en la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola de Albacete.
En 1979 ya era profesora en el campus de Albacete, tras diversas oposiciones y concursos públicos, y en 1985 fue nombrada Profesora Titular de Escuela Universitaria, siendo catedrática de esta en 1988 y de Universidad en 1999.
Desde 1985 María Rosario Salinas comanda la línea de investigación sobre vinos en el campus de Albacete, realizando diversos trabajos sobre enología y, concretamente, sobre la variedad de uva Monastrell que se cultiva en Jumilla con Denominación de Origen, trabajos por los que algunos de los caldos jumillanos han recibido premios internacionales.
La labor investigadora de la doctora Salinas, aunando las disciplinas de la química y la ingeniería agrícola, ha tenido, como resultado a nivel académico, más de un centenar de artículos en revistas científicas internacionales, ponencias en diversos congresos de dentro y fuera de España, así como la dirección de varias tesis doctorales y la colaboración en ámbitos como el de la alta cocina, colaborando con prestigiosos cocineros en un análisis sobre las propiedades del azafrán, proyecto este dirigido por su esposo y también profesor Gonzalo L. Alonso.
En el año 2002 apareció junto con algunas de sus compañeras científicas que forman parte del grupo de «Biocientíficas españolas» en la publicación de L’Oreal for women in sciencie, que tenía como fin dar a conocer la labor investigadora de un total de 243 mujeres, profesionales en diversos campos científicos.
Mientras su labor profesional continúa, la doctora Salinas sigue visitando su pueblo natal durante sus vacaciones junto a su marido y sus tres hijos, una localidad donde aún residen sus padres y hermano.
Gastronomía
La diputación de Coy mantiene una gastronomía tradicional que no olvida recetas que se elaboraban en la zona, aprovechando cada una de las temporadas de laboreo o veda para la caza.
Estando situada esta diputación en la franja norte de Lorca su cocina podría definirse como ‘contundente’ con platos en los que la carne y aliños juegan un papel importante, sobre todo la carne de caza.
La liebre o conejo con gurullos, las migas con tropezones de carne de cerdo, la fratá, compuesto por asadura, hígado y masa de morcilla, y los caminantes, manitas de cerdo guisadas con garbanzos, son los cuatro platos norteños más conocidos.
De Coy no se pueden olvidar sus vinos, pues tradicionalmente ha tenido bodegas, vinos de carácter afrutado que suelen acompañar los platos de caza.
A los platos más característicos de la zona hay que añadir los que comparte con toda la comarca, como la olla fresca, el arroz con pavo, la olla gitana, el trigo con pelotas, el arroz con conejo y caracoles, etc.
Entre los dulces cuenta su cocina con los postres elaborados con almendra, como cordiales y alfajores, o los crespillos y las tortas de pascua, así como rollos fritos, torta de chicharrones, de aceite o manteca y las típicas tortas de mosto, elaboradas siempre en época de vendimia, aprovechando el mosto de la cosecha.
LISTA DE PLATOS TÍPICOS DE LA ZONA.
- Olla de tocino
- Olla gitana
- Pimpirrana
- Rin-ran
- Migas y Gachamigas
- Arroz con conejo
- Andrajos
- Alfajor
- Bilbaos
- Tortas de mosto
- Crespillos
- Toñas
- Torta de chicharrones
- Salchicha de vino
- Ajo patata
- Olla de tocino
- Olla gitana
- Pimpirrana
- Rin-ran
- Migas y Gachamigas
- Arroz con conejo
- Andrajos
- Alfajor
- Bilbaos
- Tortas de mosto
- Crespillos
- Toñas
- Torta de chicharrones
- Salchicha de vino
- Ajo patata