El nuevo Coso de Sutullena contará con restaurantes con acceso en verano al ruedo, un museo sobre la historia taurina de la ciudad, entre otras actividades.
El Aula de Cultura de Cajamurcia de Lorca acogió anoche el acto de presentación oficial del proyecto para reconvertir el Coso de Sutullena, la plaza de toros, en un espacio cultural, social y de ocio. La Comunidad Autónoma invertirá 1,7 millones de euros en la recuperación de este emblemático monumento, que está llamado a convertirse en un referente y dinamizador de la vida local. Al acto, asistieron, entre otros, el alcalde, Fulgencio Gil y la consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, junto a representantes de los colectivos sociales, políticos y económicos del municipio.
Gracias a la inversión por parte de la Comunidad, incluida en el Plan Director para la Recuperación del Patrimonio Cultural de Lorca, se podrá recuperar, no solo el monumento, «sino también el proyecto en su conjunto que va mucho más allá». La intervención partirá desde el estado de conservación del edificio, con actuaciones en elementos estructurales, cubiertas, fachadas y cerramientos, con obras de estanqueidad y cubierta y eliminación de humedades.
Una vez superada la fase de consolidación y recuperación, el Coso de Sutullena, será sometido a una modernización que permitirá ampliar el abanico de funciones, reubicando los vomitorios, mejorando los accesos, incrementando de manera significativa la comodidad de las localidades, tanto del tendido como de los palcos para convertirlo en un espacio escénico polivalente, funcional y confortable para los espectadores. Destacará por su polivalencia, albergando espacios comerciales y hosteleros que podrán hacer uso del ruedo, lo que incrementará el atractivo de los mismos. Dispondrá de un área museística con la puesta en valor de algunas de las dependencias más características de la plaza, así como un local para actividades del Club Taurino, entre otros recursos.
El alcalde recordó que «la plaza de toros es parte fundamental de la cultura lorquina». Es obra del arquitecto Justo Millán. Fue inaugurada el 29 de junio de 1892 con grado 2 de protección. Desde el año 2018 es propiedad de los lorquinos.
El alcalde entiende que «ha llegado el momento de exprimir el potencial que tiene para que se integre en la vida social y cultural y también en la faceta comercial y hostelera desde un entorno privilegiado».
