El PP propone el acondicionamiento de los pasos peatonales sobre las vías del tren en las alamedas de la Constitución, Ramón y Cajal y Fajardo el Bravo.
El concejal de Fomento en el ayuntamiento de Lorca, Ángel Meca, ha propuesto que se lleve a término una actuación con carácter inmediato para proceder a la retirada de todos los elementos metálicos existentes en los pasos peatonales sobre las vías del tren en las Alamedas de la Constitución, Ramón y Cajal y Fajardo el Bravo, dentro de una intervención que incluya, además, la eliminación de todos los obstáculos existentes, tanto verticales, como horizontales, el balasto (piedras) e incluso las propias traviesas y raíles, que ya no volverán a prestar servicio nunca. Por aquí nunca van a volver a pasar trenes en superficie, por lo que sería absurdo que los elementos permanezcan afeando la ciudad por más tiempo.
El objetivo es acabar con la inseguridad e incomodidad que actualmente sufren los ciudadanos que tienen que atravesar estos pasos, en los que aún permanecen muchas estructuras que solicitamos que sean suprimidas, puesto que no cumplen con ninguna función y están abandonadas. Hemos de subrayar que estos pasos constituyen una vía de acceso especialmente concurrida por niños, que pasan a diario por ahí camino de los colegios José Robles, San Fernando y San José, en periodo lectivo, mientras que por las tardes, fines de semana y periodos de vacaciones, también lo hacen para disfrutar de los jardines del área de Las Alamedas y el parque pediatra Diego Pallarés.
Ángel Meca ha indicado que, ya que el gobierno de Pedro Sánchez nos ha quitado los trenes con el apoyo del alcalde sanchista, al menos podemos aprovechar esta pérdida para mejorar la configuración interna del casco urbano, con una intervención provisional, que mejore estos pasos desde hoy y hasta que se inicien las obras del soterramiento. Se trata de acabar con una frontera interna que hemos venido sufriendo en el casco urbano, una barrera en pleno centro, que durante décadas ha cercenado el crecimiento de la ciudad, y cuyos efectos ya podemos suprimir.
Apostamos por la integración total de estos pasos en las calles en las que se encuentran, ya que no pueden seguir siendo vistos como un muro interior, sino que tienen que formar parte del propio entramado urbano. Estos pasos han impedido la unificación estética y urbana desde 1885, año en el que el tren llegó a Lorca por primera vez, y su mejora constituye una demanda social desde hace décadas.
No estamos hablando de una inversión de gran envergadura, sino de una obra que puede hacerse en apenas 4 días y consideramos que sería la mejor forma de ofrecer a los ciudadanos. Ya que hemos conseguido que se mejore el paso de Alameda de Cervantes, ahora queremos que se siga trabajando en el resto.
