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Fulgencio Gil reclama la unión de todos los partidos contra la decisión arbitraria y unilateral del gobierno socialista de cerrar el trasvase Tajo-Segura a los agricultores

Los populares reivindican en una moción ante el Pleno del Ayuntamiento el mantenimiento del acueducto como infraestructura solidaria y vertebradora, generadora de riqueza y pieza clave para el progreso de nuestro país

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Fulgencio Gil reclama la unión de todos los partidos contra la decisión arbitraria y unilateral del gobierno socialista de cerrar el trasvase Tajo-Segura a los agricultores.

El Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Lorca, Fulgencio Gil, ha reclamado al Ministerio de Transición Ecológica que rectifique el envío previsto y conceda la cantidad dictaminada por los técnicos de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, y ha solicitado la comparecencia urgente en la Comisión Especial del Agua de la Asamblea Regional del Secretario de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Transición Ecológica, Hugo Morán, para explicar los motivos reales que han provocado que los agricultores y ganaderos de nuestra Región se queden sin una gota de agua del trasvase para sacar adelante su trabajo.

El líder del PP lorquino ha manifestado que la reciente decisión de la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de no enviar ni una sola gota de agua procedente del trasvase Tajo-Segura para la supervivencia de las plantaciones de nuestros agricultores constituye un despropósito sin precedentes, indigno de cualquier responsable público que debe equilibrar las necesidades entre los españoles, en lugar de imponer por la vía de los hechos consumados aquellas ideas personales, y profundamente erróneas, que decida de forma unipersonal y sin ninguna base legal, jurídica o técnica. Esta decisión, por tanto, no es más que la consecuencia del capricho que viene mostrando de eliminar el Tajo-Segura y borrar de un plumazo nuestra agricultura.

Una vez perpetrado este ataque a los agricultores, la ministra incluso no tuvo reparos en inventarse que un supuesto dictamen del Consejo de Estado respaldaba otra decisión suya de graves consecuencias contra nuestra Región, como es la no aprobación del Decreto de prórroga de Sequía, algo que no ha tardado en revelarse como falso.

La ministra ha reconocido que el motivo de su negativa a enviar agua no tiene que ver con ninguna rotura, sino que a partir de ahora se utilizará un criterio inaudito: solo se trasvasarán recursos hídricos a Murcia, Alicante Almería cuando la ministra considere que «hay necesidad». Ya le da igual lo que puedan decir los técnicos, los agricultores o el propio sentido común. De ahora en adelante todo dependerá de la decisión personal de una ministra antitrasvasista.

Hemos de recordar las palabras que lanzó como aviso a navegantes en la primera entrevista que concedió el 1 de julio de 2018: «Durante muchos años hemos tenido delante el mito del déficit hídrico, cuando en realidad no hay cuencas deficitarias ni excedentarias, porque cada cuenca tiene lo propio de cada una (…) «Puede ser que en algún momento se necesite un apoyo extraordinario, pero hay que dimensionar las cosas y que no pase a ser la regla: lo extraordinario no se puede convertir en ordinario, que todos los meses o todos los años tengamos que hacerlo».

A mediados de este mes de noviembre y a preguntas del grupo parlamentario de Podemos, Teresa Ribera prosiguió con sus amenazas al Trasvase, asegurando que se trata de una infraestructura «irresponsable». Más aún, en su respuesta parlamentaria Ribera anunció para finales de este año un proyecto de Ley de Transición Ecológica, que pondría fin de manera definitiva a los trasvases de agua del Tajo al Segura.

Todas las voces autorizadas dentro del sector primario de nuestra Región coincidieron en afirmar que la decisión de designar a una reconocida antitrasvasista al frente del Ministerio de Transición Ecológica constituía una pésima noticia para nuestra tierra. Y de aquellos polvos, estos lodos: en cuanto han pasado las elecciones, y ha dejado atrás el riesgo de perder votos, ha dejado asomar su verdadero «yo», dejando a los regantes sin agua, y ello a pesar de que el dictamen inicial de los técnicos a través de la Comisión Técnica de Explotación del Acueducto proponía un envío de 14,7 hm3, repartidos para uso agrícola y abastecimiento humano (7,5 hm3).

Ese dictamen técnico está basado en la situación a fecha 1 de noviembre de los embalses de cabecera del trasvase, que a juicio de la comisión permite ese volumen de transferencia hídrica. En función de lo recogido en el Memorándum del trasvase Tajo-Segura, las condiciones de la cabecera del mismo marcan un Nivel 3, lo que conlleva que la acción final de trasvasar y su volumen recae directamente en la decisión política de la persona titular del Ministerio para la Transición Ecológica.

Esa decisión política ha determinado en esta ocasión la limitación del trasvase a abastecimiento urbano, pese a que la recomendación de los técnicos de la comisión de explotación del acueducto apuntaba otra cosa. El comunicado emitido por el Ministerio para la Transición Ecológica incluso se hacía eco de la recomendación técnica de trasvasar 14,7 hectómetros cúbicos, pero han prevalecido el interés político de la Ministra socialista: penalizar a los murcianos.

A fecha 1 de noviembre de 2019, el volumen embalsado en Entrepeñas y Buendía era de 456,8 hm3, quedando un volumen autorizado pendiente de trasvasar de 19,2 hm3, por lo que resulta un volumen de embalse efectivo de 437,6 hm3, inferior al de referencia de 609 hm3correspondiente al mes de noviembre. Por tanto, se constató que el sistema se encontraba en la situación hidrológica excepcional o nivel 3, que se inició en el mes de mayo.

La decisión de la ministra socialista es inaudita (tal y como la ha calificado el Presidente del Sindicato central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez), e incluso supone una declaración de castigo y penalización contra Murcia, pero hemos de reconocer que no cae en una contradicción, justo al contrario, ratifica las previsiones negativas que siempre la han rodeado y ya nos deja ver lo que verdaderamente quiere el PSOE: acabar con el Tajo-Segura, y condenar a los agricultores murcianos.