Homenaje en LORCA a las victimas y héroes del terremoto.
La plaza de España ha acogido el memorial, al que han asistido algo más de 150 personas, entre ellas, familiares de los nueve fallecidos en la tragedia, algunos de los 324 heridos y representantes de las instituciones y organizaciones que auxiliaron a la ciudad en los momentos posteriores a la catástrofe.
Han ocupado una posición principal los ediles, con el alcalde, Diego José Mateos, al frente; el presidente de Murcia, Fernando López Miras, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, junto a Francisco Jódar, regidor durante la emergencia y los siete primeros años de la reconstrucción.
Nueve niños de un colegio del barrio de La Viña, el más dañado por los seísmos, que nacieron ese año, han colocado otras tantas velas en memoria de los fallecidos, tras lo que representantes de los efectivos que ayudaron han realizado una ofrenda floral.
Jódar ha relatado los primeros momentos: «Nos cambió la vida. Rugió el suelo y una tremenda sacudida de 5 segundos nos sumió en el caos y la devastación. 9 muertos y centenares de heridos. 40.000 personas con lo puesto vagaban sin rumbo por la ciudad sin saber cuándo podrían volver a sus casas».
«Gritos, llantos y lamentos que pronto se transformaron en un tétrico silencio de espanto, desconcierto e incredulidad, pronto sustituido por el hiriente sonido de las sirenas que nos acompañó durante mucho tiempo», ha añadido.
Pero «había que sobreponerse sin libro de instrucciones, y pronto, porque la lista de problemas crecía a velocidad de vértigo», ha comentado antes de citar a Einstein: «En medio de las dificultades, se pueden encontrar las oportunidades», por lo que buscaron «una ciudad mejor con ambiciosas planificaciones» en las que no estuvieron solos, sino con el apoyo sobre todo del Gobierno de España y de Murcia, que se volcaron junto a los municipios.
Mateos se ha declarado «orgulloso de un pueblo que comparte el dolor y muestra su gratitud a personas, entidades y colectivos que altruistamente se entregaron para paliar daños y rehacer la ciudad».
Ha citado a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, la Policía Local, la Unidad Militar de Emergencias, bomberos, Protección Civil, sanitarios, arquitectos, ingenieros y Cruz Roja, que mostraron «profesionalidad y solidaridad hasta la extenuación».
Robles ha dicho que «desde donde estén, los fallecidos están dando fuerzas a toda España, que es toda una y sufre con los que sufren y ayuda a los que tienen ansia de superación; cuando hay una desgracia; cuando hay dolor y sufrimiento, como se ha visto también con la pandemia de coronavirus: todos somos uno».
«Lorca nos da fuerza, esperanza, ilusión, generosidad, empatía y cariño por el que sufre, que va a hacer que sea una ciudad ejemplo para España. Vuestro coraje y valentía ha servido a muchísima gente para saber que con ilusión se puede crear desde el dolor un mundo mejor», ha añadido.
Miras, lorquino, ha hablado de «unos segundos que marcaron nuestra vida porque se nos cayó nuestro pueblo, nuestro pequeño rincón del mundo en el que éramos felices» y de que «los nueve hombres y mujeres que nos dejaron aquella tarde dan sentido a este acto, pues Lorca está en deuda con ellos, dado que esa herida nunca podrá cerrarse y será una obligación moral recordarles siempre».
«Recordamos polvo, cascotes, gente gritando, deambulando, miedo, temor, incertidumbre, dolor… y después fuimos protagonistas de generosidad, solidaridad, todos fuimos uno ayudando en la calle al servicio de los lorquinos en perfecta coordinación para llevar alimentos, abrigo, cobijo… y los días posteriores toda la sociedad española se volcó con Lorca para la reconstrucción», ha agregado.
Daba igual el signo político de las administraciones, que han invertido más de mil millones de euros, ha recordado antes de concluir señalando que «del miedo y la desesperanza se pueden levantar sueños y si en los momentos mas duros nos juntamos como pueblo y nos levantamos, nuestro futuro es prometedor».