LA MENTIRA DEL QUIJERO por Antonio de Cayetano.
Hace poco más de una semana, denunciaba por estos medios la desvergüenza que se estaba cometiendo en las obras de la Ronda Central, más concretamente en la zona próxima al Puente de Vallecas, frente a la finca denominada Huerto Hondo. Según luego han informado los medios de comunicación, parece ser que la denuncia tuvo su eco y al día siguiente el Grupo Municipal Socialista visitó las obras, interesándose por el tema y hablando con los vecinos, exponiendo estos sus quejas e incluso manifestando que se estaba invadiendo terreno de propiedad privada, cuando eso no es cierto.
Al final se ha reconocido que efectivamente el proyecto se ha modificado tal como yo anunciaba, suprimiéndose por falta de espacio los aparcamientos en batería previstos, también han reconocido el motivo de esta modificación, que no es otro que la oposición de la propietaria de esa finca, a que a lo largo de la gran acera de tierra existente frente a su fachada se haga nada, alegando que eso es suyo, cuando ese terreno está situado fuera de la valla existente.
Me cuentan que sus razones son, que en su día SE RETRANQUEÓ perdiendo ese espacio sin que nadie le indemnizara ni expropiara, figurando en el Registro ese terreno a su nombre. Y puede que sí, que este a su nombre, pero porque me costa que esta familia hizo con posterioridad a la adquisición de esa finca, un exceso de cabida, sumando el terreno ganado a un cañar que había junto al riego de la Bóveda por un lado y parece ser que midiendo justo hasta el bordillo del asfalto por el otro.
Recuerdo ese camino cuando solo tenía el espacio suficiente para pasar un vehículo, un quijero, que no es otra cosa que un lado en declive de un brazal o rambla, teniendo a un lado la rambla de Tiata y a otro el Huerto Hondo, una gran finca de la que se segregaron cuatro parcelas a finales de los años setenta del pasado siglo, vendiéndose más tarde, a principios de los ochenta, el resto de la propiedad con la vivienda incluida a los actuales propietarios.
Para entonces, ya ese camino estrecho y de tierra se había convertido en un camino con el doble de anchura y transitable en las dos direcciones, no porque se tomase terreno del referido huerto que está situado a la altura del lecho de la rambla, sino porque como consecuencia de las obras del trasvase hacia Almería, se hicieron sendos muros a ambos lados de la rambla, ganando para el camino el terraplén existente en tierra.
Acompaño dos imágenes de esa zona, una tomada en 1.981 donde se ve todavía el camino sin asfaltar, aunque ensanchado ya, y otra de 2007 que es prácticamente como estaba antes de las obras que ahora se llevan a cabo. En ellas podemos apreciar como lo que se dice del retranqueo ES COMPLETAMENTE FALSO, pues la fachada de la valla actual sigue la misma línea que la que tenía hace ya 35 años, cuando los propietarios eran otros y lo que tenía como cerco eran unos cambroneros repartidos a todo lo largo del lindero con el Quijero.
Luego están las viejas construcciones situadas junto al puente, que atestiguan lo que digo, pues también van en línea con la valla de la referida propiedad, siendo igual en la otra parte, una parcela de las que formaban parte inicial de ese huerto, también en línea con la fachada, observándose todavía el declive original de ese lindero del huerto con el camino. También los vecinos del lugar si son preguntados, atestiguarían lo que aquí se afirma y demostrarían la gran mentira que se nos cuenta.
Y si publico todo esto, no es por una simple distracción o querer meterme donde no me llaman, es por la indignación que como lorquino me provoca este sin sentido, esta desvergüenza más propia de siglos pasados que de la época actual. En el siglo XIX se hizo el camino a Águilas, también se trazó otro nuevo a Puerto Lumbreras, así como a Murcia, los dos primeros en línea recta desde la ciudad y el de Murcia también desde las proximidades de Totana y Lorca tras salvar las estribaciones de la sierra de Tercia, pero hubo que salvar otro obstáculo más, como fue la finca de San Julián en la pedanía de La Hoya, haciendo allí una gran curva para no tocar las propiedades de los señores condes.
Y es que siempre ha habido clases, mientras que a unos pobres agricultores se les expropió sus tierras de las que vivían, en beneficio de lo público, a otros que vivían de lo público, se les dejó sus tierras para su propio beneficio.
Pero lo peor es que en pleno siglo XXI esto sigue pasando, al AyuntaMIENTO que es quien debe de velar por los intereses públicos, por el bien común, se le dice que ese terreno del Quijero es particular y el Consistorio se lo cree y cambia el proyecto sin más, dejando una chapuza en una obra de siete millones de euros. ¿La administración no tiene técnicos para contradecir lo que se le dice?, ¿no dispone de archivos fotográficos de la zona?, ¿de los proyectos de obra y licencias realizadas con anterioridad allí?, ¿de un gabinete jurídico que les asesore?, entonces, ¿en manos de quien estamos?
Ya está bien de amiguismos, de intocables y protegidos, el interés público debe de estar por encima del particular, y más cuando en este caso lo que se dice, no tiene ni pies ni cabeza.
