Inicio Mi Rinconcico Andrés Martínez Rodríguez LA VIEJA QUBBA JUNTO A LA TRANSITADA PUERTA DE LA MEDINA

LA VIEJA QUBBA JUNTO A LA TRANSITADA PUERTA DE LA MEDINA

Había una construcción a la entrada de la medina que siempre había atraído a Jaled...

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LA VIEJA QUBBA JUNTO A LA TRANSITADA PUERTA DE LA MEDINA

Siendo niño, era su redondeada media bola lo que le fascinaba cuando bajaba corriendo con el resto de niños del barrio hacia el cementerio y pasaba junto al cuadrado edificio de paredes blanqueadas. Un día que subían de jugar junto al río y andaban entre las tumbas, vio como la comitiva de un entierro se paraba junto al morabito que tenía la puerta abierta. La curiosidad le pudo y se acercó hasta un viejecito para preguntarle que pasaba, este cogiendo al niño del brazo lo apartó del séquito y le dijo, “es el entierro de un reconocido alfaquí de la ciudad que van a sepultar en el panteón que hay junto a la qubba donde está enterrado el afamado santón con el que se educó”. El niño sorprendido y con los ojos muy abiertos pregunta “¿qué es un santón?”, a lo que el hombre mayor le respondió “acércate mañana a la puerta de la mezquita aljama y te lo explicaré tranquilamente”.

A primera hora ya estaba Jaled esperando en la plaza abierta delante de la mezquita a que llegará el viejecito. Al rato de estar esperando, apareció un niño un poco mayor que él y le dijo que le siguiera, los dos se dirigieron a la cercana madrasa donde sentado en una esquina del amplio patio esperaba el hombre viejo. Al verlo, le indico con la mano que se acercara y que se colocará junto a él, comenzando a hablarle de la siguiente manera, “el santón del que me preguntaste ayer, fue un importante maestro religioso que se dedicaba a acoger a jóvenes para educarles en los preceptos del Islam, con sus enseñanzas adquirió tanta fama que venían a formarse con él muchos niños desde diversas poblaciones, algunas tan alejadas como Niebla o Mértola”.

Jaled que estaba muy atento a las palabras de Ibn Salem, que era como se llamaba el viejo, de repente recuerda lo que le había contado la noche anterior su abuela sobre el santón que estaba enterrado en la qubba, y sin pensarlo empieza a hablar, “según mi abuela el santón fue una persona muy querida en Lurca por dar buen consejo a los ciudadanos que se lo pedían y desde que está enterrado en la qubba es considerado el protector de la puerta, impidiendo que entre por ella la malaventura o la desgracia. Tu abuela dijo una gran verdad, el sabio Muḥammad, fue una excelente persona y se que le gustaría que siguieras sus enseñanzas en esta escuela. Y así fue como Jaled comenzó su formación en la madrasa lorquina, pasados los años se convirtió en un reputado alfaquí que sigue viviendo junto a la puerta Al-Saria, cada vez que sale o entra por ella, mira hacia la cúpula de la qubba que sigue atrayéndole por la redondeada forma que la cubre y por que Muhammad de Lurca, sabio santón que allí está enterrado.