LAS CASAS TORRES DE LORCA por Andrés Martinez Rodriguez.
Esta mañana bajo el cálido sol otoñal y apoyado en la muralla del Castillo, miraba hacia abajo contemplando los múltiples tejados de la ciudad y sobre todo las cubiertas de las casas del casco histórico. Entre ellas sobresalen las torres de las casonas, torres que no representan la fortificación de la vivienda, sino que cubren los huecos de las escaleras por donde se accedía y todavía se accede a las diferentes plantas del edificio.
Estas torres en muchas ocasiones pasan desapercibidas y fuera de la visión de los transeúntes, y solo se hacen presentes cuando cruzas el zaguán de la casa y miras hacia arriba para buscar la luz natural que ilumina las escaleras. Luz siempre muy importante en todas las viviendas, y que en los grandes caserones se hace más palpable entrando por las ventanales abiertos en los torreones.
Siempre me han gustado las casas torres, por que son un elemento singular que caracteriza la arquitectura civil de mi ciudad.
También me gusta verlas por dentro y mirar hacia su cubierta para distinguir la luz que ilumina escaleras, barandas y puertas, e imaginar escenas cotidianas que se pudieron suceder bajo estos torreones.
También me gustan las escasas casas torres conservadas salpicando la huerta y el campo, algunas en avanzado estado de ruina. Recuerdo el gran torreón que coronaba la casa de la familia Abellán en Torralba, hace tiempo desaparecido.
En la actualidad algunas torres de la ciudad han retomado su aspecto y protagonismo con la restauración de las casas de las que forman parte, como ocurre en la casa de los Potous en la plaza de España o en el palacio de Villaescusa en la calle homónima. Esperemos que igual suerte corra la maltrecha casa de doña Concha Abellán que preside la Glorieta de San Vicente, antes de que la ruina la devore y su torreón se derrumbe.
Siempre es recomendable subir al castillo de Lorca y mirar el territorio en todas las direcciones, y como no, mirar hacia la ciudad con sus altos campanarios y con sus torreones cuadrados sobre los caserones.