Los malos olores en una urbanización de la Campana sacaron a los vecinos a la calle.
Hemos preguntado al responsable de Suvilor y nos ha comentado esto:El problema existente en La Campana lo provocó el PSOE en 2003, cuando construyó una urbanización de viviendas sin dotarlas de un servicio de tratamiento de aguas residuales efectivo.El vecino afectado compró la vivienda en 2007 y según especifica su escritura tenia como lindero la parcela de la depuradora, por lo que era conocedor de los problemas que podía tener, de todas formas ante las molestias lo que hemos intentado ha sido SIEMPRE TRATAR DE AYUDARLE, reduciendo todo lo posible olores y ruidos, vaciando los residuos cada tres días.Precisamente en unos días dispondrá de una Estación De Aguas Residuales de última generación, moderna, con medidas especialmente diseñadas al efecto y que supone una inversión de 75.000 €. Tanto los olores como los ruidos se encuentran dentro de los parámetros legalmente establecidos.Una situación similar se daba en Los Jopos, en la pedanía de La Escucha, donde existe una planta que está prestando servicio a los vecinos sin generar incidencias, por lo que se aplicará una solución similar en La Campana.
La familia continúa viviendo en casa de unos parientes que residen en la pedanía de La Torrecilla hasta que no se resuelva el problema de forma definitiva. El cabeza de familia, Pedro Blázquez, asegura que no pueden seguir viviendo junto a un reactor biológico. Se trata de una urbanización de 16 viviendas construidas por la empresa municipal Suelo y Vivienda de Lorca (Suvilor), ya desaparecida.
Blázquez afirmó que llevan más de 10 años soportando los efectos de la instalación »con bombas que se ponen en marcha a cualquier hora, olores insoportables y un tanque que, por capricho del Ayuntamiento, se encuentra fuera del recinto de seguridad, por lo que cualquier persona que pase por allí puede caer en su interior».
Blázquez denunció la situación en reiteradas ocasiones ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y ante el Ayuntamiento. Este vecino asegura que »más que una depuradora, se trata de una fosa séptica en la que se acumulan los residuos procedentes de las viviendas», y afirma que durante los días de calor »allí no hay quien viva».
También dijo que »estamos condenados a vivir junto a un reactor biológico y por eso nos hemos tenido que marchar», añadiendo que «a quien se le diga que cumple la normativa, le invito a que se la lleve cerca de su casa». »Fui un ingenuo cuando me creí la publicidad tan buena que hacían de la urbanización» y recuerda que la Constitución habla del derecho de cualquier ciudadano a una vivienda digna y adecuada, y »ésto no es una cosa ni la otra».
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