PACO UREÑA CORTA TRES OREJAS EN NIMES Y SALE POR LA PUERTA DE LOS CÓNSULES.
El primero de Victoriano del Río estaba destinado para la confirmación del sevillano Pablo Aguado. El toro tenía clase aunque le faltó transmisión. Pablo Aguado recibió al toro de su confirmación a la verónica, quitando luego por chicuelinas tras el tercio de varas, respondiendo Urdiales a la verónica y un remate torero. El viento molestó a Aguado, que dejó buenos momentos especialmente por la mano derecha, demostrando el momento que atraviesa. Falló con la espada a la primera, metiéndola a la segunda. Todo quedó en palmas.
Complicado fue el segundo, un animal que empujó en el caballo pero ya presagiando su deslucida condición en la muleta. Toro que no le prestó opciones a Urdiales que dibujó algún buen muletazo pero no pudo hacer más. Silencio.
El viento molestó muchísimo en el primero del lote de Ureña, un animal que brindó al público. Conocimiento de los terrenos e inteligencia tuvo el murciano ante el astado, al que fue comprendiendo paulatinamente con inteligencia técnica. Cuando logró el entendimiento el lorquino sacó su potencial. La verdad se hizo presente y plasmó sobre el coliseo romano tres tandas finales con la pureza por bandera. Todo un faenón de sentimiento que quedó en solo una oreja porque la estocada recetada al primer intento cayó desprendida.
El cuarto de Victoriano del Río no fue fácil. Un animal a contra estilo del riojano que midió mucho y vendió sus embestidas muy caras. Urdiales realizó el esfuerzo pero parte del público le exigió un mayor compromiso. No hubo comunión y todo quedó en una leve división de opiniones.
El quinto fue un animal colaborador de Victoriano del Río con el que Paco Ureña bordó el toreo. Cuajó sobremanera al animal por ambos pitones dejando a la ciudad francesa embriagada del aroma de la superación y la torería. El de Lorca buscó la ligazón y dejó tandas de derechazos ligados con soberbios pases de pecho. Todo por abajo. La embestida del animal se mimetizó a sus muñecas de allí surgió al sinfonía al natural. De frente, despacio, parando el tiempo. La estocada cayó arriba y Paco Ureña consiguió abrir la Puerta del los Cónsules porque las dos orejas fueron digno premio para su obra maestra.
Otro faenón realizó Pablo Aguado con el sexto. otro buen animal de la ganadería madrileña con el que el sevillano destapó el tarro de las esencias con un toreo clasico y universal lleno de pasajes de torería sevillanísima. Cumbre el toreo sobre ambas manos. Pero lo que estalló el triunfo fue un soberano cambio de mano en el que se inspiraran los pintores. Mató de estocada y para él fueron dos orejas de ley.
FICHA:
Plaza de toros de Nimes, Francia. Cuarta de la Feria de Pentecostés. Corrida de toros. Domingo 9 de Junio de 2019
Toros de Victoriano del Río, terciados y de juego desigual.
Diego Urdiales: Silencio y Leve división de opiniones.
Paco Ureña: Oreja y Dos Orejas
Pablo Aguado: Palmas y Dos Orejas
Entrada: Media plaza
Fuente: @elmuletazo @cultoro
Fotos: Emilio Méndez