¿Quién es Encarna Hernandez?, la niña del gancho.
Encarna Hernández nace en Lorca, Murcia, el 23 de enero de 1917. Llega a Barcelona el 1927 para que su padre trabaje en la Exposición Universal de 1929. Su padre consigue ahorrar y compra un piso en la calle Entença, donde viven 11 hermanos y los padres.
Su pasión por el baloncesto empieza a los 13 años. Era el momento de la República. Empieza cuando quien será su marido y su cuñado construyen un campo en el barrio para jugar a baloncesto. Allí juega con chicos y chicas del barrio. No sólo juega a baloncesto si no que domina todo tipo de deportes: ciclismo, patinaje… para ella lo más importante es practicar deporte. A patir de los años 20 el primer deporte de equipo femeino en Catalunya es el baloncesto, a pesar de algunas reticencias por parte de sectores más conservadores.
Comenzó en el Atlas de Barcelona luego jugó en el Layetano, Cottet, en la Sección Femenina de la Falange y finalmente en el Barça, donde estuvo durante casi una década antes de retirarse en 1953. «Enfrente de casa inauguraron el Atlas y ahí estaba mi futuro marido, Jesús –recuerda Encarna–. Allanaron el terrero con un rodillo grande de hierro e hicieron la pista, pusieron unas canastas de madera y ahí pasábamos el día jugando».
Eran tiempos en los que el basket se jugaba de forma diferente, con un sistema parecido al fútbol actual. Con sus 154 centímetros de estatura, Encarna era conocida como ‘la niña del gancho’ por su habilidad utilizando este recurso. «Yo cuando jugaba no estaba por nada que no fuera el partido –explica–. Tenía mucha agilidad, estaba en todas partes, era pequeñita, pero corría mucho, improvisaba mucho, un partido de la sección femenina lo ganamos y yo jugué de defensa, de delantero y de medio centro. Tenía energía, corazón. Y tenia el gancho, que hay que hacerlo con elegancia». No sólo fue jugadora, sino también entrenadora y árbitro. «Fui la primera entrenadora de España, en la Peña García, luego dirigí a siete equipos más. Y también hice de árbitro».
La guerra civil española fue un momento muy duro. «Fue terrible –asegura–. Cuando veo a esos gobernantes que mandan hijos a la guerra a matar a otros hijos… Estuve tres años sin saber nada de mi marido, que fue de primer reemplazo, lo cogieron prisionero, pasó calamidades, él era un chiquillo de 20 años, se me murieron tres hermanos por la guerra…»
Cuando termina la Guerra Civil, la Falange busca una entrenadora para el equipo de baloncesto de la sección femenina… y sale su nombre. La nombran Instructora de Baloncesto para que haga mujeres fuertes y sanas para la patria. María Teresa de Castro la va a recoger a casa en coche, y llegan a ir hasta África para disputar partidos.
A pesar de salir en la prensa, sólo cuando juega con la Falange cobra una candidad módica de dinero. Antes y después de la Guerra trabajará duro, y compaginará horarios laborales con los de los entrenos.
Ya con Franco en el poder, su carrera deportiva pasó por la Sección Femenina de la Falange. «Si te querias sacar el carnet de conducir tenías que pasar por ahí y hacer seis meses de trabajo. Queríanmujeres sanas para la patria», rememora Encarna. «Luego me fui al Barcelona –explica–. Desde el 44 hasta el 53. Jugábamos en Les Corts, allí me retiré, con 36 años, porque tuve a mi hijo, que es lo mejor que he hecho en mi vida. Era muy deseado. Antes me había tirado del trampolín de la piscina Picornell y había perdido uno, porque no sabía que en ese momento estaba embarazada».
Todas esas vivencias están reflejadas en los cientos de recortes de periódicos, fotos y objetos que guarda desde hace años en su casa y su historia quedará plasmada en un documental que se está preparando. Encarna se siente orgullosa del cariño que está recibiendo en estos últimos meses, especialmente por parte de las actuales jugadoras de la selección española, a las que considera como sus hijas. Los guardianes de la historia, sin embargo, parecen no saber nada de pioneras como ella: «El Barça ni se acuerda de que estuve allí ni saben que tuvieron basket femenino. Un día fui al museo y no hay ni una Copa. Y en el Museo Olímpic hay muy poca cosa. ¡El museo lo tengo yo en mi casa!»
Encarna jugó en los equipos siguientes: Atlas Club, C. E. Laietà, F. C. Barcelona, Sección Femenina, Peña García, Cottet, Moix Llambés, Fabra y Coats.
Equipos que entrenó: Cottet, Moix Llambés, Sección Femenina de la Falange, Peña García. Hay constancia documental que pudo ser de las primeras mujeres entrenadoras de España.
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El documental ”La Niña del Gancho” se proyectará el 22 de noviembre en los Jardines de Lorca dentro de las actividades por el 40 aniversario de Eliocroca. –